La céntrica plaza del Marqués de Aracena, conocida popularmente como El Paseo, ha acogido recientemente el VIII Encuentro Comarcal de Discapacidad y Deporte, una cita anual organizada por la Diputación Provincial de Huelva y las tres mancomunidades serranas a través del Servicio de Deportes Agrupados junto con el Ayuntamiento de Aracena en calidad de anfitrión.

Fue una jornada con un sol radiante, aunque algo calurosa, lo que no sirvió de excusa para que más de cien personas pertenecientes a diferentes colectivos y asociaciones de la Sierra acudieran con alegría a la actividad dentro del programa Activa-T. En concreto, son miembros de las asociaciones Paz y Bien (Galaroza), Fuente vieja (Cortegana), Faisem (Cortegana y Aracena), Amar (Aroche), Masa (Aracena) Albillo (Cumbres Mayores) y La Cobijá (Encinasola).

El encuentro comenzó con la inauguración a cargo del alcalde de Aracena y el presidente de la Mancomunidad Ribera del Huelva, Manuel Guerra, y la diputada provincial del área de Cultura, Deportes, Cooperación Internacional y Consumo, Elena Tobar. En un Paseo muy cambiado y con muchos espacios delimitados para las diferentes actividades, empezó el encuentro con una toma de contacto de todos al son de la música en un gran círculo. A continuación, y distribuidos en grupos, los asistentes participaron por turnos en los diferentes talleres, en los que la diversión y las sonrisas fueron la nota predominante.

Esta actividad pudo llevarse a cabo gracias a la labor incesante de los monitores y voluntarios, además de los colaboradores de las asociaciones e incluso algunos familiares. También había jóvenes miembros de la Cruz Roja comarcal con sede en Aracena.

El Paseo de Aracena fue invadido por una auténtica marea azul de felicidad ya que todos portaban una camiseta azul con motivo de dicho encuentro, donada por la organización. El intenso calor en torno al mediodía hacía mella en algunos participantes, pero la animación de la música unida al empuje de los monitores eran más que suficientes para continuar activos en los talleres.

Sin lugar a dudas, fue una labor encomiable por parte de la organización, capaz de reunir cada año a gran parte de los discapacitados de la comarca en una localidad serrana. Esta iniciativa siempre tiene como objetivo la unión e integración de los discapacitados en la sociedad con una clara promoción del deporte en todos los sectores sociales.

Finalmente, tras el duro esfuerzo de la jornada, todos los participantes se dirigieron a un restaurante de la localidad anfitriona, donde el evento llegaba a su fin con un merecido almuerzo, que seguía teniendo la convivencia por bandera. Tras la comida, los asistentes no podían disimular su satisfacción y alegría en los rostros y regresaban a su destino esperando la próxima cita.