La singularidad de un producto es decisiva para que obtenga éxito en el mercado como también lo es en la sociedad actual que se asocie a los beneficios para salud y el placer, y el aceite tiene esos dos componentes que "hasta ahora no se han explotado", de ahí que sea precisamente en estas características, científicamente probadas, en las que se ha de incidir para provocar que el mercado maduro evolucione al alza.

Los beneficios del aceite de oliva van más allá del control y reducción del colesterol y ahí radica su importancia, como se ha demostrado en las investigaciones realizadas por el Jefe de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía, Francisco Pérez, quien además sostiene que el aceite de oliva es "mucho más que grasa y el único aceite capaz de aportar beneficios a nuestra salud", al ser capaz de disminuir los niveles de colesterol, bajar la tensión arterial y también los factores de riesgo. Valores a los que además se le suma el valor antioxidante que aporta a otros alimentos, lo que multiplica su efecto saludable. En este sentido, la profesora de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, María Luisa Lorenzo, resaltó la capacidad del aceite "para convertir en más saludables los alimentos cocinados con nuestro aceite", cuyo consumo favorece la digestión y absorción de nutrientes, así como la digestión de la grasa. Virtudes todas ellas que los empresarios reivindican poder incluir en sus etiquetas, porque de lo contrario "se está compitiendo con otros productos que tienen ventaja porque sí lo incluyen", como destacó el secretario del Consejo Regulador de Denominación de Origen Sierra de Cazorla, Francisco Jiménez. Una reivindicación por la que existe una clara apuesta por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA), desde donde "se está luchando para que el nuevo marco normativo se convierta en una oportunidad para poder poner sobre la mesa el producto más emblemático que tenemos y que además contribuye para favorecer la buena salud de los consumidores", según la subdirectora general de Planificación Alimentaria del MAPA, Isabel Bombal.

Todo ello contribuirá a que el consumo de aceite pueda aumentar, ya que la sociedad actual atraviesa un cambio cultural y social que ha llevado a que el consumidor busque y valore, por este orden, seguridad, placer, salud y comodidad, según los estudios que baraja el Grupo Hojiblanca, donde además se pone de manifiesto "el gran desconocimiento" que los consumidores tienen sobre el productos y las variedades que presenta en el mercado.