Fútbol l Primera Andaluza

El Tharsis gana y se hace acreedor de la quinta plaza

  • Los mineros se afianzan como el mejor equipo onubense de la categoría

El Atlético Tharsis gana a La Palma y se hace más acreedor de la quinta plaza, la que, a su vez, lo inviste como el mejor onubense en Primera Andaluza. Por la proximidad en la tabla, se preveía un partido de tú a tú, pero pronto se empezó a ver quién era el dominador de juego y de las ocasiones. En los primeros compases del encuentro, las ocasiones a balón parado para los locales eran innumerables.

Se veía venir el primer tanto minero y llegó, en el minuto 12, al culminar José Antonio, de cabeza, entrando desde atrás, una bonita jugada de Avelino. Éste, había recogido un balón en el centro del campo para encarar la portería por la banda derecha y que el máximo goleador del equipo sumara un tanto más a su cuenta particular.

Luego, Sergio tuvo en sus botas un par de ocasiones para ampliar la renta, pero las buenas intervenciones de Benjumea lo evitaron. Sin embargo, fue otra vez José Antonio quien sacó un grito de exclamación del público al estrellar en el palo derecho un remate de chilena.

El buen fútbol del delantero local Sergio tenía que dar sus frutos y en una de sus internadas en el área contraria fue objeto de un claro penalti. El colegiado lo decretó y Rubén Maya, cuando el crono marcaba el minuto 31 de partido, lo transformaba después de engañar al portero Benjumea (2-0).

Tras el juego tan avasallador de los chicos de Ortiz, los palmerinos se limitaron a defender y a buscar jugadas aisladas de contraataque sin que ninguna pusiera en apuros a Palomar, bien arropado por su defensa.

Con el 2-0 terminó la primera mitad. Un resultado muy positivo para los mineros, que, no obstante, transmitían la sensación de poder hacer algo más, incluso firmar una goleada. Pero no fue así. Tras el descanso, los condales cerraron más sus filas y a los atacantes tharsileños les costaba más trabajo entrar con claridad en el área contraria, aunque, a pesar de ello, José Antonio, Sergio y Fran no desistieron en ningún momento. El balón pasaba poco por el centro del campo, donde los palmerinos tenían su mayor potencial. Quizás esa fue la clave de que no generaran jugadas de peligro claras.

La ocasión más bonita, merecedora de un premio mayor, se produjo cuando Sergio, renqueante, vio cómo Benjumea estaba adelantado y, casi desde el medio del campo, le lanzó una preciosa vaselina que se estrelló en el travesaño. Pudo suponer el 3-0 y haber constituido una guinda final al buen encuentro de los mineros.

La realidad fue muy distinta. En el minuto 64, La Palma acortaba distancias. Un gol derivado del esfuerzo de los visitantes, obra de Marcos, quien, al borde del fuera de juego, culminó un centro desde la derecha con un tiro fuerte ante el que nada pudo hacer Palomar.

El 2-1 espoleó a los palmerinos y en los minutos finales se les vio más juego que en el resto del encuentro, poniendo más garra sobre el tapete. Pero no les sirvió de nada ante el buen hacer de los mineros. Así terminó el choque, con una victoria corta para el Tharsis y el buen sabor del fútbol desplegado por los pupilos de Ortiz. El público, que cada fin de semana se va más contento del campo por la campaña que están realizando los suyos, lo reconoció. No era fácil ante un cuadro como La Palma, muy batallador, en especial, cuando se vio vencido. La quinta plaza, más cerca para los mineros.

c. at. tharsis: Palomar; Avelino (Chapi), Luis Real, Jesús, Cipri, Juan Carlos, Luis Felipe, José Antonio (Canito), Fran (Silvestre), Rubén Maya y Sergio (Chema). LA PALMA: Benjumea; José María, Marroco, Fofi, Mario, Redondo (Juan Carlos), Fermín, Ángel y Wilians (David). Goles: 1-0, José Antonio (12'). 2-0, Rubén Maya (31'), de penalti. 2-1, Marcos (64'). Árbitro: Gómez Gordillo, buena actuación y bien asistido en las bandas. Amonestó a los locales Juan Carlos y José Antonio; y a los visitantes José Maria, Fofi, Redondo y Ángel. Incidencias: Tarde soleada y buena asistencia de público en un partido en el que se realizó el protocolo de juego limpio.

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