"No es justo que en un baloncesto de este nivel se dirima un partido por los colegiados, y no voy a hablar de ellos nunca más en toda la temporada, pero hoy este partido se ha decidido por los dos colegiados". Eran las palabras de impotencia de un enojado Gabriel Carrasco, mucho, al término del partido que enfrentó al Grupo Marsol Conquero contra el Real Canoe, y que acabó con triunfo visitante por 75 a 77.

Lo que estaba siendo todo un espectáculo baloncestístico, con el equipo onubense bordando el juego y haciendo posiblemente el mejor partido de su historia en la Liga Femenina 2, lo estropeó la pareja arbitral en la segunda mitad. En sólo dos minutos metieron al Conquero en bandera, cargaron con la cuarta falta a Itziar Germán y a Genai Walker, y señalaron una técnica a Gabriel Carrasco. No conformes con ello, y como las celestes aún resistían al empuje del Canoe, gracias sobre todo a una fantástica Ana Alonso, se inventaron una falta antideportiva cuando la jugadora conquerista defendía por delante a su rival y fue entonces cuando los colegiados sacaron por completo al equipo del partido. De un 55-47 en el marcador se pasó a 55-62 en cuestión de pocos minutos.

Al técnico local no le quedó más remedio que echar mano nuevamente de Walker, que tiró del carro y acercó al Grupo Marsol a un punto (61-62), cercenando Eva Lozano la reacción onubense con dos triples y un robo con posterior canasta (63-70).

Cuando por fin los árbitros se acordaron de que a las jugadoras de amarillo también se les podía pitar faltas -hecho celebrado de forma jocosa por un público altamente encrespado a esa altura de encuentro- el Grupo Marsol emprendió una nueva acometida que tuvo su culmen en el último minuto de partido, cuando Kimberly Dietz, que había metido un triple hacía pocos segundos, era objeto de falta y anotaba los dos tiros libres. Se había conseguido la remontada (74-73) pero quedaba amarrar la victoria.

Lozano, con una entrada a canasta, devolvió la delantera a Canoe con 38 segundos por jugarse. En la siguiente jugada, Germán acudió a la línea de tiros libres pero sólo pudo anotar el segundo. El encuentro se igualaba a 75 y Canoe disponía de 18 segundos para evitar la prórroga. Tras un primer intento abortado en falta de Germán a falta de 6 segundos, Gema García forzó una penetración chocando con Washington, que ni la vio venir. Falta para la franco-estadounidense y tiros libres para la malagueña, que no falló. Tan sólo quedaban ocho décimas para una canasta milagrosa que no llegó.

Estallido de alegría para la expedición canoísta, que parecía que habían ganado la Euroliga, y dolor e impotencia para las locales, que no encontraron la recompensa del triunfo a su enorme esfuerzo. Porque los veinte primeros minutos que hicieron fueron de ensueño. Porque el Grupo Marsol Conquero -y también el Real Canoe- brindaron una oda al baloncesto en un primer cuarto todo ataque (27-24) con una Melissa Washington colosal, comiéndose a las poderosas pívots visitantes. Porque con un 11-0 de salida en el segundo cuarto, las onubenses tomaron 14 puntos de ventaja y una fantástica labor defensiva del equipo de Gabriel Carrasco dejó en sólo 12 puntos a las madrileñas en este periodo (44-36 al descanso). Pero desgraciadamente, en la continuación, apareció una pareja de invitados no deseada y el panorama se tornó frío y gris, como la mañana onubense.

"Las chicas están muy jodidas pero han dado la cara y estoy muy orgulloso de lo que el equipo ha hecho y de la respuesta que ha dado ante un equipo como Canoe. La pena es que hoy podíamos haber asistido a un grandísimo partido de baloncesto y nos hemos encontrado con que los árbitros claramente han decidido. El equipo ha peleado contra un buen equipo como es el Canoe y contra otro equipo más, que han sido los dos colegiados, y vamos a seguir trabajando porque nadie nos va a quitar las ganas de sumar la novena victoria", decía el preparador local al acabar el encuentro.