El cierre del Andaluz de enduro ha recuperado a un histórico del motociclismo onubense. El valverdeño Carlos Lazo ha añadido un título más a su palmarés, esta vez en categoría senior B. Dice que es el último, que va a dejar de competir en el Campeonato de Andalucía, en el que es uno de los pilotos más veteranos. Cree que ya ha llegado el momento de descansar un poco y de dar paso a los más jóvenes. Aunque no piensa dejar de subirse a la moto ni de ayudar a todos cuantos se puedan beneficiar de su experiencia.

Para ganar este último campeonato, Lazo ha echado el resto. El año pasado, en la última carrera del Andaluz, se quedó sin título por un problema mecánico. "Me dejó un poco tocado aquello y me dije que este año no se me escapaba. Me propuse ganar y retirarme después".

Lo suyo es la emoción porque este año ha vuelto a ser decisiva la prueba que cerraba el campeonato, de nuevo en San Roque (Cádiz), donde llegaba con 2 puntos de desventaja con su principal rival.

"Ha habido sólo cuatro carreras esta temporada y nos hemos repartido los dos primeros puestos el almeriense Fernando Soler y yo. Yo gané la primera carrera y él, las dos siguientes, por lo que estaba obligado a ganar para poder llevarme el título". Y el piloto valverdeño lo hizo con 14 segundos de margen. Le echó tantas ganas que ya en el tramo le sacó 19 segundos de ventaja al almeriense.

"Tuve que ir con mucho cuidado porque aquel es un terreno muy pedregoso y ya se me destrozó el año pasado el cárter de la moto cuando tenía ganado el campeonato", recuerda.

Carlos Lazo se sacó aquella espina de 2009 y muchas otras que le relegaron a un segundo plano años atrás. Por eso ahora, desde lo más alto, tiene claro que ha llegado el momento de la despedida.

"Este año me lo quise preparar a conciencia. Me he entrenado más que nunca, me han supervisado desde el Centro de Medicina de la Ciudad Deportiva de Huelva y tenía el compromiso con un concesionario de San Fernando (Cádiz) para hacer el campeonato completo. Pero ya no quiero comprometerme más y me limitaré a hacer de vez en cuando una carrera para matar el gusanillo", explica.

El anuncio de su retirada ya ha provocado la reacción del Ayuntamiento de Valverde del Camino y del Moto Club Valverdeño, que preparan su homenaje para uno de los pilotos que más han contribuido a engrandecer el enduro andaluz.

Hace diez años, junto al almonteño Antonio Abad y el también valverdeño David Malavé, fue responsable de que Huelva fuera una potencia en el enduro, aunque reconoce que, en su caso, lo tuvo fácil para ser piloto.

"Tengo moto desde los 4 años, compito desde 1996 cuando empezó con un podio junior y me he criado en Valverde, donde el enduro lo es casi todo, y para eso tenemos La Catedral de España", subraya Lazo, quien sueña con que su hijo, de 4 años, siga sus pasos.

"Creo que los Reyes Magos le van a traer su primera moto. Le encanta. Es un niño pero disfruta todo esto. Por mi casa siempre pasan pilotos que vienen a entrenarse a Valverde y está acostumbrado a ver a Cristóbal Guerrero, que es un buen amigo, a Cervantes y a muchos otros. Me encantaría que se dedicara a esto como yo pero también me da miedo porque esto es peligroso y sacrificado. Dejaré que él decida cuando llegue el momento", afirma.

Y es que Carlos Lazo está convencido de que el enduro tiene un gran futuro por delante: "Está creciendo. Le falta llegar más al público pero ya se están haciendo cosas, como las pruebas indoor, que están siendo televisadas".

En Valverde sí reconoce que no tiene aún claros sucesores que tomen la bandera que él ha llevado durante casi quince años, "pero es cuestión de tiempo". "Tenemos un gran terreno, la mejor prueba de España y un Moto Club Valverdeño que hace un trabajo extraordinario. La gente sale en moto todos los fines de semana y seguro que dentro de poco vemos más pilotos valverdeños en competición".

A quién si apunta como gran relevo es el almonteño Juan Pérez de la Torre, actual campeón senior "muy a tener en cuenta". "Va muy rápido, tiene mucho amor propio y -asegura- llegará donde no ha llegado nadie". Lazo está dispuesto a seguir dándole consejos, como a cualquier joven que se lo reclame. Se baja de la moto pero no está dispuesto a alejarse de ella.