El Club Balonmano Cajasol Pedro Alonso Niño de Moguer no pudo ganar en el último partido de 2010, con el que además se cerraba la primera vuelta, después de empatar 28-28 en su visita a la cancha de Bailén, un rival que confirmó las advertencias del técnico José Flores y que, pese a ir siempre por detrás en el marcador, no se rindió y acabó sorprendiendo al conjunto moguereño. El cuadro amarillo dominó el encuentro y fue incrementando su renta, pero en los cinco últimos minutos lo echó todo a perder. A falta de siete minutos ganaba 21-26, renta de 5 goles que perdió en los instantes finales.

No obstante, a pesar de este resultado, el Pedro Alonso Niño se marcha de vacaciones manteniendo la segunda plaza del grupo y con un punto más de ventaja con respecto a perseguidores como el Ciudad de Málaga, que cayó (29-27) en Puente Genil. Su balance al ecuador del campeonato: once victorias, un empate y sólo dos derrotas.

Tal y como era de esperar, el partido transcurrió por cauces en los que era difícil encontrar una línea de juego clara para los moguereños, que se encontraron en Bailén con un equipo correoso y dispuesto a embarullar cada jugada. A esto hay que sumar la circunstancia de que el encuentro comenzó 45 minutos tarde porque en el Pabellón 28 de Febrero se estaba jugando un partido femenino, por lo que el equipo moguereño apenas dispuso de tiempo para calentar y, además, tuvo que cambiarse la equipación y jugar con la segunda de su rival, que sorprendentemente vistió de amarillo.

A pesar de este panorama, el conjunto moguereño logró ir llevando la iniciativa y en torno al minuto 8 ya ganaba 5-6, marcador que amplió siete minutos más tarde para lograr una renta de dos goles (7-9), que consiguió mantener en los minutos siguientes ante un rival que le entorpeció todo lo que pudo y más, hasta el punto de que los de José Flores se contagiaron un poco del ritmo de juego de su oponente.

Pasado el minuto 20, el conjunto amarillo vencía 9-11 y acabando el primer tiempo logró, no sin dificultades, elevar la diferencia a tres goles y marcharse al descanso 12-15.

En el segundo tiempo, el PAN Moguer dio un paso al frente y mejoró en su juego ofensivo, creando dudas en la defensa rival, que encajó varios goles seguidos. Fruto de estos minutos de más acierto, los amarillos establecieron un 19-24 que les dio una clara diferencia de cinco, una amplia brecha que no supieron ni mantener ni administrar en el tramo final.

A falta de siete minutos seguía mandando por cinco tantos (21-26) y todo indicaba que haciendo un último esfuerzo el equipo lograría llevarse de Bailén los dos puntos en juego sin ningún problema. Pero, en vez de eso, los locales se obstinaron en que la batalla no había acabado y en cinco minutos desgraciados consiguieron un heroico empate ante un PAN Moguer que inexplicablemente no dio el nivel y dejó escapar la victoria.