Todo está consumado. La misa de romeros en Montemayor sufrió ayer un incidente para que toda la feligresía conociera la buena nueva. El oficiante, catalán para más señas, paraba la misa para anunciar a la parroquia que el PAN había ascendido.

El pueblo de Moguer, acostumbrado a vecinos ilustres y hechos históricos, celebró ayer el que nos ocupa como si fuese el más importante de todos.

El proyecto de Manuel Morales y su Junta Directiva ha tenido en Fernando Castelló y sus hombres a los aliados perfectos para convertir la ilusión de todo un pueblo en una realidad rabiosamente dichosa.

El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer visaba ayer su ascenso a la División de Honor B -la categoría de plata del balonmano español- frente al F.C. Barcelona en su partido postrero de la temporada (33-33).

Un empate que sabe a gloria. Un empate que supone la gloria. La alegría es compartir, y por eso este viaje de vuelta desde Torrelavega ha sido el más largo que hayan realizado nunca las naves de la expedición moguereña, ansiosa de llegar a puerto sabiendo que miles de personas les esperaban a su retorno a Moguer.

"Nos hemos enfrentado a un pedazo de equipo", fue lo primero que dijo Castelló sobre el partido. Los catalanes tienen en la velocidad su principal arma, al igual que el PAN, y con él han topado, aunque en el intercambio de golpes nadie se llevó el gato al agua, a pesar de que los amarilloslograron ir venciendo hasta por cuatro goles de diferencia. "Les hemos jugado de tú a tú, pero el factor físico ha impedido que finalmente nos llevásemos los dos puntos". Castelló reconocía así el esfuerzo que han hecho sus jugadores hasta el último segundo de la temporada, y cómo han podido superar las adversidades físicas, sobre todo en los dos partidos del pasado fin de semana.

El F.C. Barcelona empató en la última acción de partido desde los 7 metros, con el reloj ya a cero. Pero Castelló deja esta circunstancias en "algo anecdótico; ha sido un partido muy bonito y muy igualado donde se ha visto un gran balonmano".

En el otro partido de ayer, el Ángel Ximénez demostró la buena forma que ha mostrado en el último tramo de campaña y se alzó con el primer puesto de la fase (5 puntos) ganando a los locales del Grupo Pinta Torrelavega (0 puntos) por 27-28 quedando éstos cuartos, con lo cual el PAN pasa como tercero (3 puntos) y el Barcelona como segundo (4 puntos). Así, otros tres moguereños que juegan en Puente Genil también han logrado el premio del ascenso: Javier Ollero, Jorge Molina y José María Molina.

El conjunto moguereño ha disputado esta campaña un total de 29 partidos, 24 de la liga regular y 5 de fases de ascenso, con un balance que no podía suponer otro fin que el que ha tenido. Sólo 3 derrotas y 2 empates frente a las 24 victorias que han tenido como consecuencia un ascenso que, hace años, era un verdadero sueño inalcanzable. Y un dato de importancia: la próxima vez que el PAN deje escapar un punto en el Zenobia habrá pasado, como mínimo, año y medio desde la última vez. Porque en esta temporada el pabellón moguereño se ha mostrado como una fortaleza inatacable, contando los partidos del PAN por victorias.

Hace tres años, cuando se ponía en marcha el último proyecto del PAN, no todo el mundo creía en las posibilidades que tenía emprender un viaje que tenía impresos en la proa los valores de la seriedad, el trabajo, el compromiso y el respeto adquirido con técnicos y jugadores.

Difícil negocio en este mundo del balonmano que incluso desde antes de comenzar la temporada ha ido tirando cadáveres por la borda por cuestiones extradeportivas.

Quizá se entienda mejor el "esto tenemos, esto gastamos" que ha practicado el club moguereño desde que comenzó su navegar con el objetivo claro de, algún día, dar a Moguer la gran alegría de un ascenso. Pero a eso hay que añadir muchos más ingredientes.

Por ejemplo, la seriedad y el compromiso de una Junta Directiva que ha trabajado respetando el guión establecido, sin zozobrar en horas bajas y sin festejar por adelantado ni dedicarse a la golosa fiesta del gasto de dinero fácil y ajeno.También está la profesionalidad de la plantilla, cuerpo técnico y fisioterapeutas incluidos. En este grupo e lo primero ha sido siempre el trabajo, lo segundo el trabajo y lo tercero trabajar para ganar.

Moguer ha tenido la gran suerte de que una plantilla, un cuerpo técnico y unos fisioterapeutas como los que ha disfrutado el PAN en esta temporada hayan confluido precisamente en las filas de su club del alma. Pero ello eso ha sido cosa de Manuel Morales y su equipo.

No se debe olvidar que al PAN no le han faltado contratiempos de importancia: David González 'Cuca' se lesionó antes de comenzar la temporada, Peter Salomon lo hizo poco después, algunos fichajes no rindieron como se esperaba de ellos y debieron abandonar el club tarde o temprano, el desgraciado accidente de Lauro, las lesiones de Martín Pinilla, Sergio Cruzado y Cristóbal Icazategui en el momento más importante de la temporada…

Y todo ello se ha superado tanto en la pista como en los despachos, aún a riesgo de menoscabar la salud y el bolsillo de las personas que componen la Junta Directiva, sobre todo. Un trabajo en equipo que ha conseguido culminar con éxito el sueño del ascenso.