El más mínimo exceso de confianza y desconcentración pueden echar al traste el trabajo realizado durante una semana y todo un partido. Ayer lo comprobó el Pedro Alonso Niño en el pabellón Santiago Cañizares de Puertollano, donde jugó su peor partido en esta temporada, a pesar de la victoria final (33-34), posible tras la pájara sufrida.

La intensidad, la garra, la inteligencia estratégica y el equilibrio mostrados en los últimos encuentros se quedó ayer en Despeñaperros. Nada de ello hubo en el juego de los hombres de Fernando Castelló, bastante descontento al final del partido por la actitud de su equipo.

El PAN, no obstante, fue siempre por delante en el marcador; en el primer tiempo, uno o dos goles arriba. Parecía que les bastaba un pequeño esfuerzo para conservar la ventaja, pero la realidad fue que la defensa hacía aguas por todas partes. Aún así se llegaba con dos goles de diferencia al descanso (13-15).

Raúl Martínez, Sergio Cruzado y Moisés León iban engrosando el marcador moguereño con unas buenas actuaciones, deslucidas, por otra parte, por la actitud general del equipo.

El segundo tiempo trajo una mejoría en el juego del cuadro amarillo, que aumentó escandalosamente la diferencia con el apoyo de un Lauro que lo paraba todo. Así, a cinco minutos del final, el equipo de Moguer miraba al electrónico para ver una diferencia favorable de 9 goles (23-32). Eso fue el fin para el PAN.

El equipo moguereño, al completo, bajó los brazos y comenzaron a llegar los goles puertorrealeños, y también los nervios a los jugadores de Castelló. Parecía la hecatombe amarilla.

Pero la reacción local no llegó a tener repercusión en el reparto de puntos porque el partido no tenía más minutos que ofrecer a los de Puertollano. Un parcial de 10-2 a favor de los manchegos casi evita una victoria que el Pedro Alonso Niño había querido firmar cinco minutos antes con nueve goles de ventaja.

Parece comprensible el disgusto del cuerpo técnico del PAN, pues 10 goles en cinco minutos supone encajar un gol cada 30 segundos. Difícil de explicar para quienes no hayan presenciado el encuentro.

Cierto es que en estos cinco minutos, el conjunto amarillo sufrió dos exclusiones, pero en idéntica situación fue capaz de encajar sólo un gol hace siete días frente a un equipo más potente, como el Ángel Ximénez.

Para colmo, uno de los hombres más resolutivos del equipo, Sergio Cruzado, sufrió una lesión en el abductor, aunque aún es pronto para hacer una valoración de la misma.

Por todo ello, partido para olvidar, del que lo único positivo fue la victoria. Y que David Haag pudo recuperarse a tiempo para disputar el encuentro, tras el que el PAN sigue invicto.

Su próximo compromiso será el sábado próximo a las 13.00 horas contra la Unión África Ceutí, partido que no pudo disputarse en su día porque las condiciones metereológicas del Estrecho impidieron al equipo caballa viajar a Moguer.