En el caos y el bloqueo emerge el balón. El Decano comienza su pretemporada más tardía inmerso en el marasmo institucional de la marcha de Pablo Comas que no termina y la llegada de los nuevos dirigentes que designe el Ayuntamiento como nuevo propietario. Mientras estos negocian la salida definitiva de quien ya no es el dueño pero sí mantiene la potestad para firmar, los jugadores con contrato y una buena nómina de futbolistas del filial se pondrán hoy a partir de las 18:00 a las órdenes de Juan Manuel Pavón en la Ciudad Deportiva Decano del Fútbol Español. El técnico onubense dirigirá los entrenamientos de forma interina. La entidad no puede esperar más, ya va tarde. El verde no entiende de tiempos y plazos legales. Queda un mes para que comience la competición y el Recreativo tiene que ponerse a sudar para llegar en unas condiciones mínimas. Como antesala de su labor de ayudante de Rafael Berges, una vez se desbloquee la situación institucional y se pueda certificar su incorporación como entrenador recreativista, le tocará ir engrasando la maquinaria albiazul con los mimbres actuales.

La dirección deportiva albiazul trabaja igualmente a marchas forzadas para disponer de una plantilla de garantías una vez pueda hacer efectivos los compromisos y los movimientos apalabrados que ya existen. Hay bastante trabajo adelantado, pero el reloj corre en contra del Decano. Además del retraso en iniciar el trabajo con los entrenamientos, el mercado no espera a nadie y ya se han escapado algunos futbolistas que tenía en cartera la entidad. Desde el club se espera lograr a lo largo de esta semana una salida al bloqueo actual con la salida definitiva de Pablo Comas y la designación de poderes a los responsables de las parcelas deportivas para ejecutar las operaciones planteadas.

La plantilla de la próxima temporada contará en principio con 20-21 jugadores, según el planteamiento inicial, buscando con ello optimizar los recursos con menos futbolistas que la pasada campaña, aunque con el transcurso de las jornadas y los problemas económicos el equipo fue perdiendo efectivos y acabó desmantelado y sobrevivió con las aportaciones de futbolistas del filial.