Sergi Barjuan halagó el apoyo de la afición, quien "nos ha empujado y no nos ha visto nunca perdidos; algo vital para llegar donde hemos llegado". "El jugador ha sentido el calor y el cariño".

El técnico albiazul se mostró muy satisfecho con la reacción mostrada por su equipo tras el varapalo de la primera mitad, cuando le endosaron un 0-3 sin merecerlo. "Tengo un grupo humano sensacional, un grupo que se merece todos los halagos", a lo que añadió que posee un conjunto que no se rinde y lucha hasta el final.

Barjuan lamentó que les faltara una primera parte con mayor acierto defensivo, sin embargo, destacó que el cambio en la segunda mitad se debió "más por corazón que por cabeza", "les dije que en la segunda parte empezábamos un partido nuevo, y han hecho caso a ellos mismos, a su cabeza, a su corazón y son muy grandes".

"Hay que estar contentos por lo que hemos conseguido y por cómo lo hemos conseguido", aseguró el técnico.

El resultado final sabe al equipo "a un refuerzo emocional, mental y psicológico muy grande, creo que esto nos ha unido mucho más, nos ha metido en una dinámica de la que no queríamos salir", aclaró Barjuan.

Si el técnico recreativista incidía en la importancia del aficionado como el jugador número 12 para lograr el empate, el entrenador del Lugo, Quique Setién, mostró su disconformidad con el trabajo del cuerpo arbitral, "el árbitro ha sido bastante determinante; no es árbitro para esta categoría".

Setién aseguró irse contento y satisfecho al sacar un punto en casa del líder ante un gran equipo, que les ha empatado al superarles en el aspecto físico. "Salvo en la definición, que hemos estado muy acertados, mi equipo no me ha gustado mucho".