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Todas las tendencias que deja la Semana de la Moda de Madrid

Desfile de Pedro del Hierro en la Semana de la Moda de Madrid.

Desfile de Pedro del Hierro en la Semana de la Moda de Madrid. / M. G.

La semana de la moda madrileña dio comienzo con la habitual fiesta de la revista Yo Dona que celebró su fiesta inaugural en el mítico Fortuny Home Club. El evento citó a diseñadores y algunos rostros conocidos que ocuparon días después el front row de la pasarela, teniendo fuerte presencia firmas andaluzas, como la sevillana Claro Couture. A lo largo de toda la Semana de la Moda de Madrid se han dado a conocer las tendencias para el otoño invierno, tanto en looks como en calzado.

El miércoles se llevó a cabo la presentación del Programa Off. Los creadores nacionales presentaron sus colecciones en diferentes enclaves de la capital fuera de la habitual Feria de Madrid. Algunos de ellos fueron: Ángel Schlesser, Rafael Urquizar, Pertegaz o María Lafuente, que elevó a tono reivindicativo su colección alzando la voz por la lucha contra la violencia de género. Mención especial al show que nos brindó Eduardo Navarrete. Un desfile con modelos sobre patines celebrado en el espacio Rolling Dance & Burger del ático de la estación de Chamartín. Navarrete llenó la pista de bikinis, bañadores, kimonos y capas XL de seda con estampación digital. Un desfile sobre ruedas cuanto menos divertido.

Los cuatro días siguientes se realizaron en el pabellón 14.1 de Ifema, lugar que acoge desde hace años la pasarela de moda. Como novedad sorprendente, la posibilidad de acceder al ciberespacio o a los desfiles comprando una entrada. Una manera de rentabilizar el coste de un evento de grandes dimensiones que cada temporada es menos apoyado por los medios de comunicación y gran parte de la sociedad española.

La primera jornada deslumbró con el desfile de Andrés Sarda. La colección de Nuria Sardá nos trasladó a una estación de esquí. Ropa interior que sale al exterior con pieles, encajes y rasos de lujo. Con Jorge Vázquez viajamos hasta el Marrakech de los años 60’s. Un homenaje a la influencia que tuvo aquel lugar mágico para Yves Saint Laurent. La pasarela se lleno de colores terrosos que contrarrestaban con el fucsia o el azul. Abrigos de caftán con plumas, estampados como el de leopardo y muselinas que nos acercaban hasta la cultura oriental. Todo un acierto los tocados de rejilla, los turbantes y los sombreros fez. La nota estrella la puso Pedro del Hierro, con su homenaje a la ópera. Lucas Vidal, ganador de un EMMY y dos Premios Goya, creó una pieza musical exclusiva para el show que se entremezcló con música electrónica envolviéndonos en un experimento sensorial fascinante.

Nacho Aguayo y Alex Miralles, directores creativos de la firma, presentaron texturas brillantes, lentejuelas, lana, seda y transparencias. Para el hombre tomó protagonismo la sastrería con tejidos como el terciopelo planchado o la seda. Sobre los hombros abrigos ricos en volúmenes.

La segunda jornada rebosó de elegancia con el desfile de Hannibal Laguna que cumple treinta y cinco años en la industria de la moda. Hannibalissimo, una colección que recupera los diferentes códigos de la herencia de la casa. Sobre la pasarela guiños a Andalucía, al Mediterráneo y a Madrid con piezas de inspiración goyesca y mantillas tejidas a mano. El excelente savoir faire de la firma se plasma en una costura impecable. Por su parte, Roberto Torretta se inspiró en la obra del pintor contemporáneo Egon Schiele, discípulo de Gustav Klimt. La sastrería y el cuero, característica de la firma, estuvieron presentes durante la colección. Los colores como el burdeos, el beige o el lila se dejaban caer sobre tejidos como el crêpe de lana o el mohair. La sutileza y el cuidado en los detalles es la insignia de la casa.

Duarte reinventa la Grecia clásica, en una miscelánea de sastrería tradicional y vanguardia. El encaje, las lentejuelas o el cuero dan definición a su propuesta. Así como una amplia paleta de colores. Bajo el título de Ti 'ne afto, que significa ¿Qué es eso?, Carlos Duarte nos hace cuestionarnos el significado de las cosas. Teresa Helbig homenajea al personaje de Ana Bolena. El ímpetu de una mujer fuerte con brío y energía arrolla una pasarela con una paleta cromática de colores crema, vainilla y arena. La gran sorpresa fue la asistencia de Pedro Sánchez, primer presidente del Gobierno que asiste a un desfile durante la semana de la moda de Madrid.

La tercera jornada abre la mañana con la vuelta a Ifema de García Madrid. Referencias a los años setenta, camisas de chorreras, trajes de algodón reciclado, lanas de acabado de seda y la falda como ícono de la firma, son algunas de sus propuestas. Nos invitan a la desinhibición en la mezcla de estilos, a romper moldes y a crear prendas únicas pero a su vez comerciales.

Custo Barcelona se dirige a la mujer de cualquier edad pero de espíritu joven. En esta colección se refleja la versatilidad y la funcionalidad en las prendas. Los diseños metalizados y brillantes centelleaban sobre la pasarela. Las protagonistas de la temporada fueron las arriesgadas aberturas y un abrigo oversize que eclipsó todas las miradas.

La firma sevillana Claro Couture apuesta por el blanco y negro, además de reinventar el canon de la sociedad con modelos de todo tipo. Destacan los sombreros de ala maxi grande de terciopelo, accesorios de latón y guantes metalizados.

El premio L'Oreal a la mejor colección ha recaído en Isabel Sanchis y en Lorena Guitián, como mejor modelo. Isabel Sanchis es fiel al trabajo artesanal. Presentó estructuras asimétricas, volúmenes y drapeados. La cohesión entre sus diseños y la creatividad en sus formas hacen que la valenciana se corone con el reconocimiento del jurado.

La cuarta jornada con la que finaliza la semana de la moda fue destinada para los jóvenes talentos. La pasarela EGO contó con la presencia de tres marcas andaluzas: Tíscar Espadas, DIEF Studio y Lemāchet. Tíscar Espadas ha sido la galardonada con el premio Allianz EGO Confidence in Fashion.

Una semana de grandes propuestas creativas donde ha destacado el talento de los creadores nacionales. Un talento equiparable al de las pasarelas internacionales si estas contasen con el mismo apoyo. La moda, una industria que debería formar parte de la cultura española y que precisamente la falta de interés que hay en nuestro país sobre ella la deja fuera de tratarla como lo que es, un arte.

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