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Venenos y mascotas: ¿Qué hacer si se ha envenenado?

El tema que tratamos hoy, desgraciadamente, sigue de actualidad: hablamos del riesgo de envenenamiento en nuestras mascotas.

En la mayoría de los casos, esto sucede de forma accidental, al ingerir en un descuido productos de casa que son tóxicos. En otros, y aunque nos pueda parecer increíble, el envenenamiento se produce de forma intencionada, ya que, lamentablemente, siguen existiendo malas personas que rechazan a los animales y piensan que la mejor manera de hacerlos desaparecer es poniendo veneno en la comida a su alcance.

Por este motivo es vital estar alerta de todo lo que coge vuestra mascota cuando se encuentra en la calle, paseando o jugando, ya que se puede topar con un trozo de carne envenenada y acabar con negativas consecuencias.

Principalmente existen dos tipos de sustancias que provocan envenenamiento en nuestras mascotas. Por un lado están los organofosforados/organoclorados y por otro los raticidas anticoagulantes. En el caso de los raticidas, los síntomas pueden tardar en aparecer ¡de uno a siete días!

El mecanismo de acción de este veneno es provocar hemorragias internas en el organismo de nuestro pequeño, impidiendo una adecuada coagulación de los focos de sangrado, por lo que podremos observar que nuestro animal está débil, no quiere comer, presenta palidez de mucosas o sangrado en la nariz, orina o heces.

En este punto, el pronóstico es muy reservado debido a que el veneno ya ha provocado daños importantes a nivel de diferentes órganos. Se debe acudir rápidamente al veterinario para que se puedan realizar diferentes pruebas para valorar el estado del animal e instaurar un tratamiento para estabilizar a nuestra mascota e intentar controlar los efectos del veneno. De hecho, en muchas ocasiones es necesaria incluso una transfusión sanguínea.

Si hemos visto a nuestro animal ingiriendo el veneno, debemos acudir de urgencia al veterinario para inducirle el vómito y administrarle un tratamiento de choque para minimizar los efectos del tóxico. En estos casos, el pronóstico es mucho mejor.

Es muy importante saber que no se debe provocar el vómito a vuestra mascota sin que os lo indique vuestro veterinario, ya que, en determinados casos, como los detergentes o los productos ácidos, podemos provocar lesiones graves, como úlceras o quemaduras, en el esófago, e incluso neumonía por aspiración.

Hay alimentos, como el chocolate, la cebolla o las uvas, que pueden ser muy perjudiciales

Con respecto a los organofosforados/organoclorados, aquí se incluyen todos los pesticidas, productos para fumigar, insecticidas, productos para caracoles, cucarachas, etc. Cuando intervienen estas sustancias podremos observar que nuestro animal empieza a presentar inestabilidad, descoordinación o pequeños tics que suelen avanzar a movimientos involuntarios, contracciones musculares, salivación profusa, vómitos e incluso convulsiones.

Al menor síntoma es vital acudir a la clínica veterinaria para iniciar un tratamiento de urgencia. En estos casos, el pronóstico es muy reservado, especialmente al observar afección neurológica.

Me gustaría mencionaros la intoxicación por la ingesta de collares antiparasitarios. Puede ocurrir que nuestra mascota muerda su propio collar o, si hay mas animales en casa, rompan el collar y se lo coman. Si esto sucede, los síntomas que observaremos son los anteriormente mencionados y será necesario en muchas ocasiones recurrir a la cirugía para extraer el collar ingerido. Las consecuencias son muy graves si no se actúa rápido.

Igualmente, es necesario mencionar que las pipetas de perros NUNCA deben aplicarse a gatos, bajo ningún concepto, ya que son altamente tóxicas para ellos, dando lugar a que el animal necesite ingreso hospitalario durante varios días, presentando normalmente sintomatología neurológica severa y la evolución dependerá de la afección a nivel de los diferentes órganos.

Ojo a la intoxicación por medicamentos: el ibuprofeno y el paracetamol pueden ser letales

También es necesario abordar la intoxicación de nuestras mascotas debido a la administración de medicamentos de uso humano. El ibuprofeno y el paracetamol son sustancias potencialmente tóxicas para ellos. En el caso de los gatos, incluso dosis muy bajas pueden ser letales.

Las consecuencias de administrar estos medicamentos a nuestras mascotas pueden desembocar en perforaciones de estómago. No es raro ver en consulta animales a los que hay que intervenir de urgencia por peritonitis. Por ello, nunca administréis medicación a vuestros compañeros sin consultar a vuestro veterinario. El profesional os indicará qué sustancias son las adecuadas y cuáles no.

Por último, y no menos importante, mencionaros que los alimentos también pueden producir toxicidad en nuestras mascotas.

En los perros, debemos evitar el consumo de chocolate, nueces de macadamia, ajo, cebolla, uvas y pasas. En el caso de los gatos, evitaremos también el chocolate, la carne y el huevo crudos, e igualmente cebolla, ajo, uvas y pasas.

Como recordatorio, tened en cuenta la importancia de actuar rápido ante síntomas que indiquen un consumo de sustancias tóxicas y, en cualquier caso, consultad a vuestro veterinario.

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