Huelva paranormal

La maldición de la Casa de las Gemelas en Villa Antonia

  • Hay muchos testimonios de fenómenos extraños en esta vivienda, ahora abandonada, tras la misteriosa desaparición de dos niñas en 1932 y la trágica muerte posterior de su madre

  • La pensión embrujada de Ayamonte

La maldición de la Casa de las Gemelas

La maldición de la Casa de las Gemelas

La llamada Casa de las Gemelas es un lugar donde, al parecer, se producían todo tipo de fenómenos extraños. Era conocida como casa de Villa Antonia, situada entre las localidades de Isla Cristina y Ayamonte. 

Hasta allá se han desplazado muchos grupos de investigación pero su historia es un secreto que pocos han desvelado.

Si nos ponemos a buscar dentro de la cultura popular –en la leyenda– encontramos relatos como éste: “Esta casa fue construida en el año 1925 por una familia adinerada de Isla Cristina. Esta familia, vivía muy feliz en aquel emplazamiento hasta que un trágico día ocurre algo inesperado. El 1 de noviembre de 1932, Maribel, madre de las gemelas que son protagonistas, se encontraba leyendo un libro como cada tarde. Sus dos hijas, gemelas, Teresa y Julia, estaban jugando en el patio de su casa, como cada tarde. Tras pasar media hora de absoluto silencio, la madre comenzó a buscar a sus hijas. No las encontraba: era como si la tierra se las hubiera tragado, como si hubieran desaparecido justo delante de su propia madre. El padre, Luis Guzmán, venía de trabajar con su caballo, el cual se incorporó a la búsqueda de su hija. Todos los vecinos del lugar se hacen eco de la desaparición y comienzan un rastreo que jamás daría resultado alguno”.

Al tiempo, la madre de las gemelas, Maribel, perdió la cabeza y fue ingresada en un psiquiátrico víctima de un ataque de locura. La leyenda dice que “poco tiempo después se escapó del centro, apareciendo ahorcada en su casa, justo en su habitación, en la planta de arriba, dónde dicen que estos fenómenos son hoy día más fuertes”.

El padre de familia, Luis Guzmán, moriría como consecuencias de una cirrosis hepática, un grave ataque al hígado a consecuencia, sobre todo, de la ingesta abusiva de alcohol.

Con tal historial se puede decir que la casa quedó maldita, nadie más regresó a ella para vivir y, desde entonces, se producen todo tipo de hechos extraños.

Muchas son las especulaciones que hay detrás de la desaparición de Teresa y Julia, las dos niñas desaparecidas. Algunos dicen que fueron víctimas de un secuestro. Otros apuntan a la actividad en la zona por numerosos avistamientos de numerosas formas luminarias.

Nadie supo jamás dónde estaban estas niñas. Nadie las vio por los alrededores. Jamás fueron encontrados sus cuerpos. Pero todo el mundo hablaba de esas formas luminosas que parecían verse por los cielos de Huelva en aquella época. Muchos eran testigos de avistamientos por aquella zona.

Actividad ufológica

En 1932, concretamente el 8 de diciembre, más lejos de allí, en la Sierra, en la localidad onubense de Arroyomolinos de León, se divisa una luminaria en forma de melón, según muchas personas lo describen, que ilumina todo el cielo de Huelva y alrededores, atemorizando a muchas de las personas que lo presencian.

Ese día y el siguiente, sobre el 8 y el 9 de diciembre de 1932, en torno a la festividad de la Inmaculada Concepción, se producen hechos realmente inexplicables…

Se relaciona con el fenómeno OVNI pues en ese año de 1932 se producen observaciones extrañas en el cielo, curiosamente el mismo año en que desaparecen estas gemelas. 

En las localidades de Isla Cristina y Ayamonte era motivo de conversaciones la desaparición repentina de las niñas, como si se las hubiera tragado la tierra, tiene mucho que ver con estos avistamientos en aquel año por los cielos de Huelva y provincias.

La historia de Villa Antonia aun no ha terminado… Según comenta uno de los nietos de los antiguos dueños de la casa, allí pasaban los veranos con sus abuelos. No sólo él, sino diez nietos, cinco niñas y cinco niños, “y se nos ponían los pelos de punta”.

El nieto decía: “Cuando nos tenían que castigar, nos encerraban en el torreón de la casa, al que se accedía por una pequeña escalera. Allí se escuchaban gritos de angustia y llantos. Pobre del que le castigaran allí arriba”.

“Un día se les olvidó a mis abuelos uno de mis hermanos allí arriba y cuando le sacaron de noche estaba desfallecido, con fiebre y hasta tuvieron que llamar al médico”, prosigue.

“Esta casa ha ido pasando por muchas familias después de lo sucedido allí, pero casualmente, al poco de instalarse, tenían que salir de allí por los numerosos fenómenos extraños que ocurrían dentro del inmueble”, concluye.

Por mucho que rastreé esta historia, no logré nada que me indicara que es real, pero como toda historia de lugar encantado y maldiciones que es, siempre quedará la duda allá donde no le gustaría quedarse a solas una noche…

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