La evolución de 'Battlefield', la saga que disputa el trono a 'Call of Duty'
Repasamos los títulos principales de esta serie de videojuegos que nació en 2002 y que en este mes de octubre verá su última entrega.
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La saga Battlefield, desarrollada por el estudio sueco DICE y publicada por Electronic Arts, ha sido desde 2002 sinónimo de videojuegos de guerra masiva, caos controlado y batallas multijugador donde la escala importa tanto como la puntería.
Durante más de veinte años ha oscilado entre la innovación y el tropiezo, buscando constantemente diferenciarse de su eterno rival, Call of Duty. Ahora, en 2025, con la salida de Battlefield 6 , el legado de la franquicia se enfrenta a un punto crítico: ¿será éste el regreso a la grandeza o un nuevo capítulo problemático? Repasamos la evolución de todos sus títulos.
Los orígenes: un innovador modo multijugador
En 2002, Battlefield 1942 redefinió lo que podía ser un FPS multijugador. Mientras la competencia se centraba en duelos cerrados, DICE apostó por mapas gigantes, la importancia de abundantes vehículos terrestres, aéreos o marítimos y la posibilidad de hasta 64 jugadores en simultáneo. Ambientado en la Segunda Guerra Mundial, su modo Conquista, donde había que capturar y mantener banderas, se convirtió en su sello distintivo. El formato para un jugador simulaba el modo online con una sucesión cronológica de los escenarios de la contienda enfrentándonos a la inteligencia artificial. Tuvo dos expansiones: The Road to Rome y Secret Weapons of WWII.
Battlefield Vietnam (2004) daba el salto a un conflicto más reciente. Aunque muchos lo entendieron como una expasión independiente, fue capaz de plantear el concepto de guerra asimétrica con dos bandos muy diferenciados. El estadounidense contaba con mayor poderío bélico, mientras que los norvietnamitas contaban con más posibilidad de refuerzos con una mejor distribución de los puntos de entrada al escenario. También sumó como gran novedad los helicópteros y sus posibilidades tácticas, pues permitían mover la maquinaría bélica de un punto a otro del escenario. Además se permitía disparar desde el puesto de copiloto de los propios vehículos.
Poco después, llegaba Battlefield 2 (2005), que consolidó la saga: introdujo la guerra moderna, las clases de soldado especializadas, el sistema de escuadras y la figura del comandante, que aportaba una capa táctica inédita en un shooter. En esta entrega también era posible jugar contra bots, pero estaba claramente centrada en el multijugador.
El salto futurista llegó en 2006 con Battlefield 2142, que llevó la acción a mediados del siglo XXII. Su gran innovación fue el modo Titan: gigantescas naves flotantes que había que asaltar y destruir en fases, combinando asaltos de infantería con batallas de vehículos futuristas. También incluye la opción de jugar contra oponentes controlados por la IA, pero no contiene una campaña propiamente dicha.
Consolas, humor y destrucción
Con la generación de Xbox 360 y PS3, DICE necesitaba ir más allá del PC y dar el salto a las consolas. Así nació Battlefield: Bad Company (2008), que no vio la luz en compatibles. El juego contaba con una campaña más desarrollada que entregas previas, con un tono humorístico y personajes memorables. Supuso el debut del Frostbite Engine, motor gráfico que acabaría convirtiéndose en la seña de identidad de Electronic Arts en muchas de sus franquicias.. Este motor trajo consigo la destrucción dinámica: muros, edificios y coberturas podían derrumbarse, lo que obligaba a replantear tácticas en pleno combate.
Mientras que en consolas disfrutaban del título mayor con con Frostbite Engine, en PC salió Battlefield Heroes (2009), que aún usaba el anterior motor de DICE, el Refractor Engine. El juego destacaba por sus gráficos estilo dibujos animados, su perspectiva en tercera personas y por su modelo Play4free, es decir, era gratuito y solo exigía un registro. Con un modo Conquista simplificado y tres clases de soldados, fue un éxito hasta el cierre de sus servidores en 2015.
Battlefield 1943 (2009) siguió con su apuesta por las videoconsolas. Se distribuyó en formato digital solo en Xbox 360 y PS3. Ambientado en el teatro del pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, añadía al clásico modo Conquista el de Superioridad Aérea, con un claro énfasis en el combate aéreo.
Bad Company 2 (2010) retornó al PC y recuperó la idea centrada en la destrucción del entorno de la entrega de 2008, aunque su campaña adoptó un tono más serio. Fue en el multijugador donde brilló más: el modo Rush (un equipo debe destruir una serie de instalaciones, mientras otro trata de neutralizarlos) se consolidó como favorito de los fans. Para muchos, este título sigue siendo una de las entregas más equilibradas de la saga.
El cénit técnico: Battlefield 3 y 4
Battlefield 3 (2011) fue una declaración de intenciones. Con gráficos fotorrealistas, animaciones avanzadas, combate más urbano y vehículos icónicos como los jets, representó un salto generacional que dejó huella. Su campaña buscaba competir en tono cinematográfico con Call of Duty, pero el multijugador fue la verdadera estrella: batallas a gran escala, mapas variados y una comunidad entregada.
Dos años después, Battlefield 4 (2013) amplió la fórmula con Levolution, un sistema que permitía transformaciones radicales en los mapas: rascacielos colapsando, represas rompiéndose, tormentas que alteraban la visibilidad. Aunque su lanzamiento estuvo plagado de errores técnicos, con el tiempo se convirtió en uno de los títulos más completos y aún mantiene una comunidad activa.
Experimentación y regresos históricos
Battlefield Hardline (2015), desarrollado por Visceral Games (padres de Dead Space), intentó llevar la saga al terreno de policías contra criminales. El concepto era fresco, pero la ejecución lo alejó del ADN militar de Battlefield. Pasó a la historia como un experimento fallido, aunque algunos valoraron su campaña, muy trabajada y con un sistema de detención de criminales bastante interesante, o la lograda ambientación urbana en Miami.
El gran golpe de efecto llegó con Battlefield 1 (2016). Ambientado en la Primera Guerra Mundial, un conflicto poco explotado en el medio. Apostó por una narrativa fragmentada en viñetas que exploraban distintas perspectivas del conflicto. El multijugador fue caótico y brutal, con armas experimentales que ofrecían variedad sin traicionar el contexto histórico. Fue recibido como un soplo de aire fresco en un género saturado.
En cambio, Battlefield V (2018), ambientado de nuevo en la Segunda Guerra Mundial, sufrió por decisiones de diseño polémicas, una comunicación errática y una falta inicial de contenido. Aunque con el tiempo se expandió y ganó calidad, nunca alcanzó el entusiasmo generado por su predecesor.
Battlefield 2042: ambición y tropiezo
En 2021 llegó Battlefield 2042, un regreso al futuro cercano con grandes promesas: mapas gigantes para 128 jugadores, especialistas en lugar de clases tradicionales y un enfoque en la escala descomunal. Sin embargo, su lanzamiento fue un desastre: bugs, diseño criticado y ausencia de elementos queridos por la comunidad. Aunque EA y DICE han trabajado en parches y actualizaciones, el daño inicial marcó negativamente su reputación.
2042 intentó ofrecer una plataforma viva y expansiva, pero quedó como uno de los episodios más problemáticos de la saga, recordado más por sus fallos que por sus aciertos.
2025: Battlefield 6, ¿redención o último intento?
Ahora, Battlefield 6, con lanzamiento confirmado para el 10 octubre de 2025, se presenta como el capítulo de redención. DICE y EA parecen haber escuchado a la comunidad, y la apuesta es clara: rescatar lo que hizo grande a la saga y corregir los errores recientes. El nuevo título recupera una campaña para un jugador con una narrativa cinematográfica, personajes memorables y momentos espectaculares.
La estrella seguirá siendo el multijugador. Regresan los modos clásicos como Conquista, Rush y Breakthrough vuelven, acompañados por opciones más rápidas (Domination, Squad Deathmatch, King of the Hill). Mapas diseñados para ofrecer intensidad sin sacrificar la escala. La destrucción de los entornos será más profunda y orgánica. Los entornos reaccionarán de manera realista a explosivos, vehículos y combates, lo que promete recuperar la sensación de imprevisibilidad que definió a Bad Company.
Con Battlefield 6, la franquicia enfrenta quizás su desafío más grande: demostrar que aún puede liderar el género que ayudó a construir y plantarle cara a la todopoderosa franquicia Call of Duty.
'Battlefield' vs 'Call of Duty'
Similitudes
- Contextos de guerra variados: ambas sagas han explorado escenarios históricos (Segunda Guerra Mundial, Guerra Fría), modernos y futuristas.
- Campañas cinematográficas: aunque con distintos enfoques, ambos han buscado ofrecer experiencias espectaculares para un jugador.
- Multijugador competitivo: son referentes del género FPS online, con modos icónicos que definieron la cultura gamer.
- Presencia global: gracias a sus editoras (EA y Activision), se convirtieron en fenómenos de masas con millones de jugadores.
Diferencias
- Escala de combate: Battlefield apuesta por mapas enormes, batallas de hasta 128 jugadores y vehículos; Call of Duty prioriza la inmediatez en mapas más pequeños y rápidos.
- Destrucción y entornos: la destrucción dinámica es un pilar en Battlefield desde Bad Company, mientras que en CoD rara vez tiene protagonismo.
- Estilo de juego: CoD favorece la acción directa y frenética; Battlefield combina acción con táctica y cooperación entre escuadras.
- Estructura narrativa: Call of Duty ha mantenido campañas lineales y explosivas; Battlefield ha experimentado con historias fragmentadas (BF1) o incluso con la ausencia de campaña (2042).
- Modelos de comunidad: CoD sigue una cadencia casi anual y consolidó Warzone como plataforma gratuita; Battlefield opta por lanzamientos más espaciados y herramientas como Portal para expandir su vida útil.