Doom, el mítico rey de la acción, vuelve con un escudo bajo el brazo: análisis de The Dark Ages

El Loot de Txeron

La tercera entrega tras el reboot de la saga en 2016 es un ejemplo clarividente de que innovar es vital para crecer y The Dark Ages es sublime

Doom Eternal, el infierno nunca había sido un lugar tan divertido

Nuestro Doom Slayer vuelve preparado para arrasar en el Infierno.
Nuestro Doom Slayer vuelve preparado para arrasar en el Infierno.
Norberto López

18 de mayo 2025 - 06:00

Como si de un ritual se tratase, cada vez que se produce el lanzamiento de un nuevo título de la legendaria saga Doom me invade tal sensación de euforia que me conmina a comprar e ingerir cantidades industriales de pistachos para reconducir tanta energía. Y ha vuelto a suceder.

Desde hace unas semanas he tenido la oportunidad de probar en acceso anticipado Doom: The Dark Ages, la tercera entrega desde el reinicio de la saga en 2016 y la publicación unos años después de Doom Eternal (2020).

Doom: The Dark Ages

Género: Acción Lanzamiento: 15 de mayo Desarrolladora: iD Software Plataformas: PC, PS5 y Xbox Series Textos: Español Voces: Español Precio: 80€

The Dark Ages es una precuela del título publicado hace casi una década que nos pone de nuevo en la piel de nuestro querido Slayer, ese guerrero que fue desterrado al Infierno y que tiene como diversión y encomienda diaria aniquilar hordas y hordas de demonios. Un deporte sano y desestresante como cualquier otro que en el caso del protagonista que nos atañe oficia con máxima diligencia, presteza y profesionalidad.

En ciertas fases usaremos un dragón para recorrer los escenarios.
En ciertas fases usaremos un dragón para recorrer los escenarios.

Llegado a este punto y tras haber superado el título en algo más de veinte horas, huelga decir que Doom: The Dark Ages es ya, sin ningún género de duda, el mejor shooter en primera persona que podemos disfrutar en este 2025. La propuesta vuelve a ser tan fresca, divertida, frenética y adictiva, que asusta la facilidad que tienen los chicos y chicas de id Software y Bethesda para parir títulos tan redondos y casi sin aristas cuando de acción y reparto de hostias se refiere.

Y hechas las presentaciones, conclusión principal mediante, ¿qué ofrece este The Dark Ages? Pues siendo clarividente, una iteración más directa y cercana, como si de un ring de boxeo se tratase, al apostar por el uso de un escudo que se convierte en santo y seña de esta tercera entrega y que, a su vez, vertebra la jugabilidad de tal forma que las sinergias que genera son únicas y delirantes.

Nuestro Doom Slayer es ahora una máquina de aniquilar demonios que puede conjugar su tradicional arsenal de armas (cerca de una decena y donde no falta la escopeta) con el escudo y golpes cuerpo a cuerpo con sus propios puños, un mangual y una tercera opción que mejor que descubráis por vosotros mismos.

Nos enfrentaremos a hordas de enemigos de todo tipo.
Nos enfrentaremos a hordas de enemigos de todo tipo.

Desde id Software se ha querido en esta ocasión ofrecer una propuesta más cercana en la acción que se aleja un poco del frenetismo alcanzado en Eternal y para ello el escudo es la piedra angular para conseguirlo. Podremos lanzarlo como si fuésemos el Capitán América, abalanzarnos con él contra los enemigos (lo que nos permite también recorrer medias distancias de manera casi instantánea), protegernos de los proyectiles y ataques enemigos, y en este caso concreto y más importante, bloquearlos o hacer parry.

Y esta mecánica es la que cambia por completo la concepción del título. Como si de un juego tipo bullet hell se tratase, el escenario se llenará de proyectiles enemigos de color rojo (de los que solo podemos protegernos) y verde que nos invitan a realizar esa parada perfecta para devolvérselos a los enemigos. Lo mismo sucede con los ataques cuerpo a cuerpo que podremos bloquear en el momento exacto rellenando nuestra barra de ataques cuerpo a cuerpo. De esta forma, se conjuga una danza de bloqueos, ataques con arma, otros cuerpo a cuerpo, lanzamiento de escudo y desmembramientos tras dejar aturdidos a los demonios que está tan afinada que coger el ritmo es mucho más sencillo que si utilizásemos un tambor.

El acabado gráfico es de primer nivel.
El acabado gráfico es de primer nivel.

Y no exagero al afirmar que la fórmula es tan satisfactoria que pese a ser un juego tan cercano en lo visual a Doom 2016 y Doom Eternal, las sensaciones a los mandos (en mi caso al teclado y al ratón como los viejos rockeros de los fps) son diametralmente diferentes.

Y eso habla muy bien a las claras de la apuesta de id Software por seguir innovando y creando nuevas experiencias en un género, los shooter en primera persona, en el que ya está casi todo inventado y lo han conseguido con creces.

Un portento audiovisual

Y si antes hablábamos de las similitudes en lo visual, hay que especificar que como es obvio el salto gráfico es patente desde el primer momento. El Uso del motor gráfico id Tech 8, el más avanzado con el que trabaja id Software (Doom Eternal hacía uso de la versión 7), permite ofrecer en pantalla modelados y espacios muy detallados con multitud de enemigos en pantalla con un nivel de fidelidad digno de la nueva generación.

Los combates precisan del uso de armas y también, como no, de la gran estrella: el escudo.
Los combates precisan del uso de armas y también, como no, de la gran estrella: el escudo.

En nuestro equipo, un PC con un Ryzen 5700X3D, 32GB de RAM y una Nvidia RTX 5070Ti el juego corría por encima de los 200fps a una resolución ultrapanorámica de 3440x1440. Una delicia visual, sin más.

Y en lo sonoro, el juego vuelve a contar con un doblaje y tradución excelsa al castellano que ayuda y mucho a seguir la trama de esta nueva iteración. Yes de agradecer porque The Dark Ages tiene un componente más narravito que las anteriores entregas conjugando más cinemáticas a lo largo de los 22 capítulos en los que se desarrolla.

Un hilo argumental que vertebra una experiencia en la que también debe primar la exploración en escenarios abiertos con multitud de secretos y coleccionables así como oro y objetos que nos permitirán mejorar nuestras armas, escudo y cuerpo a cuerpo primando así la exploración mientras devastamos hordas y hordas de enemigos.

El uso de un titán es parte también de las mecánicas del juego.
El uso de un titán es parte también de las mecánicas del juego.

En esa vorágine, el juego también introduce otras mecánicas como el uso de un titán de grandes dimensiones o un dragón con muy malas pulgas que, a mi parecer, restan en vez de sumar en la experiencia y que se convierte en su gran debe para una propuesta que en lo demás alcanza la excelencia.

En definitiva, Doom: The Dark Ages se erige como la fórmula más transgresora dentro de la saga y, a su vez, en la más divertida y variada. El escudo y sus combos y sinergias casan a la perfección con Doom Slayer. Sin duda, un serio candidato a Juego del Año (GOTY) 2025. Sin más.

Hemos podido probar Doom: The Dark Ages gracias a una clave para PC (Steam) que nos ha enviado Bethesda España.

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