Morante de La Puebla : "A Huelva siempre la he disfrutado mucho y con mucha verdad”
Toros: Protagonistas de Colombinas
Apoderado y torero señalan a Huelva como una de las plazas del retorno del diestro sevillano.
Morante deja importantes sensaciones en la tarde de campo en la Dehesilla
Rosal de La Frontera/Las ocho y media de la tarde y el calor no se retira una pizca del encinar de La Dehesilla. En Rosal hace mucho calor nada más asomar uno la gaita a la naturaleza. José Antonio Morante está por llegar al tentadero que el ganadero y empresario José Luis Pereda ha dispuesto con su gente en la plaza de tienta.
A la tarde le llegan invitados. Pocos, íntimos y bien avenidos. Los justos para no espesar el ambiente. No es nuevo en esta plaza. Morante sabe del aprecio que en esa casa hay por su persona y se mueve a gusto entre los saludos iniciales cuando entra al Salón de los Toreros acompañado de su apoderado, Pedro Marques, el tipo más importante ahora mismo en la vida del torero y su momento.
Abrazo con otro torero importante en la feria: David de Miranda. El de Trigueros será quien le ayude con la lidia. Éste también lleva un desfile íntimo de sensaciones antes de que llegue ese jueves de Colombinas.
Gente seria en esto opinan que torear es buena medicina para Morante; que cuanto antes llegue ese movimiento, mejor será.
Ha sido Santander, será Azpeítia y llegará Huelva en agosto junto a otras plazas más hasta las treinta y tantas de este año. Las Colombinas tienen su nombre; se le espera y Morante es consciente que la Merced ha sido siempre uno de sus territorios amigos para pensar y expresar el toreo. Unos cuantos minutos de conversación dejan la entrevista que enmarca al protagonista que cierne sobre sí la atención de todo el toreo.
–Antes que Morante está José Antonio. ¿Cómo está usted en lo personal, porque en lo profesional se le ha visto fino esta tarde en la plaza ante el toro y expresa cosas bonitas de su momento?
–La verdad es que el reto complicado es ese, el equilibrio con lo personal. Esa es la cuestión más complicada de responder porque esto es algo muy lento y angustioso. Y bueno, aunque para mí no es nuevo y llevo sufriéndolo desde que tenía 20 años en esta ocasión me ha dado más fuerte y aquí vivo con la ilusión de que se vaya. Que se arrincone en algún sitio. Que se esconda ya de una vez.
–En ese camino que se busca está el pulsar sensaciones ante el toro. Buscar estos ratos íntimos en donde el campo forma parte de ese sanar que antes hablaba sin sentir la presión del público cuando está uno en la plaza.
–Sí , por supuesto. Creo que ir al campo, a las ganaderías, al prepararme y estar delante de la cara del toro también es una forma de terapia. Ya no solo terapia sino una manera de buscar la forma física para vestirte de luces y recobrar cosas importantes como profesional. Afortunadamente la tarde de Santander se dio bien y eso te da mucho ánimo para seguir.
–Era la primera después de…. Bonita pero de las que cuesta, de las que exigen cosas.
–Sí, me costó mucho. Claro que me costó mucho pero con esfuerzo llegó la recompensa. En realidad todas las tardes cuestan. Era una tarde especial porque venía de mucho tiempo sin torear en público, aunque no había dejado de torear en el campo pero sí es verdad que era una tarde de muchas dudas, mucho médico, de una vida como triste. Un muro grande para afrontar un compromiso como ese pero mira hasta ahora nos hemos interpuesto a todos los condicionantes y vamos tirando para adelante.
–Llegan etapas, vuelven a llegar plazas y entre ellas Huelva. Una plaza, una afición que expresa cosas con los toreros. La Huelva de las tardes sentimentales, la de regalar esas palmas tan sigulares, una plaza con historia y bonita. Huelva es un puntal de cariño pero también reto personal para usted.
–Eso tiene mucha verdad. Huelva siempre la he disfrutado mucho y con mucha verdad. He tenido tardes importantes y tiene un compás muy propio. Vamos que no es una plaza turística; que el aficionado que se sienta en esa plaza es el aficionado de Huelva y eso le deja una personalidad a la plaza que hace que surjan todos los sentimientos del pueblo: el compás y el saber esperar. A mí me da fuerzas eso.
La diferencia entre los artistas y los genios radican en que a estos últimos el arte que crean los desgarra más que a nadie. Estoy buscando en mi cabeza esa pregunta que tengo que hacerle al maestro y no quiero que roce la pedantería porque además sé que después del razonamiento tengo ahí al de La Puebla esperando que llegue la cuestión.
–José Antonio, hay un hecho diferencial en la pasada temporada como es ese rabo de Sevilla. Aquella tarde donde usted se vacia completamente ... ¿aquella tarde tan importante termina pasando factura personal?
–Bueno aquella tarde yo ya no estaba bien. Si me veis con el rabo veréis también que ya hay mucho sufrimiento en mi cara. Fue el inicio de esta recaída. ¿Si pasa factura o no pasa? Yo creo que no. Las circunstancias van dándose, la suerte, el azar te hacen llegar a ese momento y ya está.
En parte también es cierto que desde entonces vengo sufriendo muchísimo, viendo a muchísimos especialistas y esperando a ver si dan con la tecla.
–Está el torero en manos de eminentes especialistas. De profesionales que deben buscar esa tecla que afine esa tecla en la que anida esa sinfonía tan especial que distingue a Morante de La Puebla. También a José Antonio, la persona que vive dentro del torero.
–Ojalá porque la desesperación a veces es grande y frustrante, esto irá despacio y ojalá den con esa tecla.
–Darán, porque está claro que se necesita al Morante que reavive esa incógnita de una tarde de toros.
–Y ahora más ... -sentencia el torero en la conversación con una clara sonrisa en la cara -.
–Hablamos de sensaciones; de una creatividad exigente y muchos más ante el toro. José Antonio asiente y se detiene cuando le expreso una consideración: le vi triunfador en Santander pero triste, aun.
–Todo tarda como antes decía y Huelva es un puerto apropiado para comenzar todo eso. Ojalá sea Huelva ese pico que ayude en todo ese tránsito que ahora toca remontar.
Morante es uno de los principales motivos de la feria… Y es verdad que cuando Santander reafirma cosas Colombinas retoma un aire muy importante cuando Morante dice que llega.
– Tiene que gratificar a la fuerza que una plaza espere tanto a un torero, en este caso a usted.
–Claro que sí, hombre. Aquí hay un buen calor, muy buen ambiente. Te ayuda de verdad todo eso que te da el aficionado deseando que otra vez llegue la vida a tí. El toreo es nuestra vida. Lo que nos lleva siempre al terreno donde los toreros respiramos para poder vivir. Es así. La verdad es que son muchas las muestras de cariño, deseos de que me encuentre bien, que vuelva otra vez a torear …
–Y que sea feliz ahí donde se le espera.
–Ahí vá. Claro, no es fácil porque no te vas a sentar a esperar que venga la felicidad a tu casa. Hay que emprender el camino de salir a buscarla. No soy yo tampoco de quedarme a esperar en la puerta de mi casa.
–Recordamos andaduras del comienzo. Esos tiempos de novillero. Los inicios con mimbres nada cómodos y ésta tierra muy testigo de todo aquello.
Cada torero tenemos unas circunstancia y es verdad que yo cuajé mis inicios toreando mucho porque la verdad es que estaba en todos sitios pero también es cierto que era muy joven. Tendría 14 o 15 años y aquellos novillos fuertes me parecían cada tarde un reto para mi fortaleza física. Bueno, ha pasado mucho tiempo y reconozco que fue importante saber desde el primer momento que esto iba a ser exigente.
–El otro día en Santander el brindis a una persona determinante ahora mismo para usted. Pedro, su apoderado es la otra rueda de esa bicicleta que mueve ahora la vida de Morante.
–Pedro ahora mismo te puedo decir que es como si fuera mis pies y mis manos. Lleva todo el control de médicos, el que habla con ellos muchas veces. Vamos juntos a todas partes y es por supuesto esa persona en la que confías totalmente para que te ayude en estos momentos complicados. Una suerte que ande cerca.
Morante regaló ayer una soberbia tarde campera. El de La Puebla anda en serio compromiso con su recuperación pero también con Huelva y su feria de Colombinas y en esa magia del tiempo sin prisas, una pequeña placita de tienta dejó ver que todo anda en la dirección correcta para volver a disfrutar de su toreo y genialidad como artista. Morante va llegando.
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