Daniel Luque

“Mis dos tardes en la Feria de Abril serán decisivas para el lanzamiento de mi carrera”

  • El diestro de Gerena, muy bien situado en un par de carteles de lujo, se ha convertido en uno de los toreros que pueden dar la sorpresa en este ciclo

—Dos tardes en la Feria de Abril, en carteles de lujo, más otra en San Miguel ¿Esperaba un trato así?

—Es un trato bueno. Pienso que si lo han visto así... Lo tengo que agradecer. Esperaba una corrida buena y otra regular. Bueno, lo único que quería era una corrida buena. Y me veo en tres carteles importantes y estoy agradecido. Ahora me toca a mí. Y espero estar bien esos días.

—Torea junto a Ponce y Manzanares toros de El Torreón y con El Cid y Castella, astados de El Puerto. Analice los carteles.

—Ponce es la inteligencia. Manzanares tiene mucho gusto. Y El Torreón es una ganadería que me gusta mucho, aunque nunca he toreado toros suyos. En cuanto a El Cid es un torero muy capaz e importante, que en Sevilla tiene mucho peligro. Castella ya se sabe lo que se arrima. Tampoco he toreado toros de El Puerto, pero me encanta ese hierro. En San Miguel me las veré con toros de Alcurrucén, con esos sí he triunfado en Bayona y Zaragoza; saca muchos toros buenos. En cuanto a Ferrera tiene mucha capacidad y se arrima y Talavante siempre impresiona por su valor.

—¿Hay algún cartel que le motive en especial?

—A mí me gustan los tres y estoy ilusionado con los tres por igual. Porque aquí lo que importa es que embista el toro. Por muy bonito que sea el cartel, si no sale un toro bueno, de poco sirve.

—El que tenga más de un cartucho, ¿supone mayor responsabilidad?

—Sí. Pesa mucho y hay que estar muy preparado y mentalizado. Tengo que aprovecharlo y que no se me escape. Mis dos tardes en la Feria de Abril serán decisivas para el lanzamiento de mi carrera. Ante todo espero disfrutarlos. Cada vez que toreo es decisivo para mí y es difícil olvidar la presión.

—¿Y a Sevilla acude con unos nervios especiales?

—Sí. Sevilla es la plaza en la que más miedo he pasado. Como soy de aquí y me siento como en mi casa, me pesa más.

—Se puede decir que es el 'tapado' de la Feria ¿Viene dispuesto para hacer saltar la banca?

—Ya veremos. A ver si soy capaz. Son días importantes y hay que aprovecharlos. Yo estoy dispuesto a ello.

—¿Se siente plenamente?

—Sí. Estoy superpreparado. Sobre todo mentalmente. Cuando llego a sitios de máxima responsablidad me crezco.

—¿Puede ser 2009 el año en el que se encarame en los primeros puestos?

—No tengo más remedio. Si no lo consigo es cosa mía. Pero cuando tienes la moneda, y yo la tengo, hay que cambiarla.

—¿Qué es lo que destacaría en el salto cualitativo de 2008?

—La superación fue mental y técnicamente. Incluso en el invierno he cambiado muchísimo. Ha sido en cuestión de meses. Yo me noto el cambio día a día. No sé cómo explicarlo. Pero lo noto en mi cabeza. Llegas a la plaza y haces cosas que ni siquiera habías pensado que podrías hacer. Por ejemplo, lo noto en la capacidad, ahora más grande, que tengo en la suerte suprema; a la hora de torear con el capote y con la muleta. Aunque siempre, en cada cosa, tengo que seguir aprendiendo.

—¿Cómo han sido los primeros compases de la temporada?

—En Valdemorillo, con dos toros malos, que al menos se movieron, se vio que estaba preparado y conseguí cosas que fueron tenidas en cuenta por los aficionados y la prensa y que me sirvieron de mucho. Luego disfruté en un festival en Murcia. Y en la corrida de Fallas que toreé en Valencia salí mosqueado porque no me embistió ninguno de los toros. No tuve ocasión de dar quince pases. Pero, bueno, tengo muchas tardes para arreglarlo.

—El planteamiento para 2009.

—Espero torear entre 60 y 65 corridas. El año pasado toreé 40. Tampoco me obsesionan las cifras. Conviene seleccionar bien los carteles y el que las corridas sean buenas.

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