Melody y RTVE, crónica de un cruel divorcio

La representante española visita este viernes Telecinco, el miércoles 'El Hormiguero', mientras La 1 le ataca desde 'La familia de la tele' y 'La Revuelta'

Melody planta a 'La Revuelta' y asegura que ella habría hecho "algo más potente" en Eurovisión

Estábamos equivocados con Melody: si no damos algo nuevo la gente no nos va a votar en Eurovisión

Melody en la previa a su rueda de prensa de este lunes
Melody en la previa a su rueda de prensa de este lunes
Francisco Andrés Gallardo - Jefe de sección de Vitally

29 de mayo 2025 - 08:23

Ya tenemos la repuesta. ¿Qué cantante va a ganar el próximo Benidorm Fest y representará a España en el Festival de Eurovisión de 2026? Un/a inconsciente (pese a los nuevos 150.000 euros de premio, que no dan ni para medio piso). Con este contexto en el que se encuentra Melody, acudir a Eurovisión por parte de RTVE roza el suicidio artístico o, como en su caso, emprender una fuga desde la cadena que en teoría debería protegerle pase lo que pase. Y lo que ha debido pasar puertas para adentro entre Melody y la cadena pública ha tenido que ser una película de terror. El antepenúltimo lugar solo puso en evidencia que ese divorcio iba a ser irreparable y definitivo. Por supuesto, un buen puesto hubiera hecho olvidar a ambas partes el camino hasta Basilea y brindar con champán. Pero como no ha sido así, y la culpa no la ha tenido el presidente del Gobierno, la diva sevillana ha tomado su rumbo tras una inicial separación y un portazo para poner tierra de por medio. Las caras, Juan, las caras.

En la rueda de prensa del lunes se escenificó ese eurodrama donde el desencuentro fue aún mayor en apariencia que las propias palabras. Una semana después de haber regresado de Suiza a Mijas, en lugar de recalar en Madrid junto al resto de la expedición, Melodía dejó claro que no estuvo nunca a gusto tras ser elegida en Benidorm y que los cambios en la coreografía (unas cinco veces), en la puesta en escena, quitarle el columpio, ponerle ruido de moto a la canción, lo llevaba como un dolor de muelas.

Melody es esa diva y ese apéndice en la tonadilla que lleva en su cara y en su sentimiento de predestinación. Ella encarna con vocación lo que fueron aquellas copleras galanas que se debían a su público como ellas se volcaban entre los claveles del Corral de la Pacheca y hacían dientes-dientes desde su simpatía de odalisca con bata de cola. Esa cola que no se terminaba de ver cuando salían los bailarines desde abajo en la actuación eurovisiva. Esa diva no tenía remedio. Era una canción desfasada para competir en Eurovisión. Pegadiza, sí. Porque a la de Dos Hermanas no le faltó oportunidad para martillearla en todo momento (como Blanca Paloma y el insufrible Eaea), Pero no es que fuera mala, es que era inadecuada para ponerla en el escaparate. Las casas de apuestas nos auguraban desde el primer momento que Esa diva solo nos gustaba a nosotros. En Benidorm había otros temas con más posibilidades, el VIP de J Kbello y, en especial el Uh, na na de Daniela Blasco, aunque dudamos en estos momentos que estuvieran en condiciones de ocupar el Top Ten. Con Melody nos creímos de verdad que iba a entrar en el Top Ten.

Porque aunque en la dirección de RTVE han terminado hartos de Melody y han sacado a sus lebreles ruidosos para morderle en los tobillos en su huida, la cadena pública tendría que reconocer que han tenido una candidata peleona. De hecho este pasado lunes, antes de verbalizarse el desastre de su desaire, le agradecían en un letrero muy gordo que le agradecían su entrega. Caerá mejor o peor, pero ha sido una cantante, y un equipo, que han hecho todo lo posible y aún más para que Esa diva brillara y que fuera una canción competitiva. Aunque no lo era. Nunca debió salir de Benidorm pero, ya puestos,vsabíamos que se iba a dejar la piel. Por esfuerzo nadie le puede negar nada como ahora nadie la puede exigir que sea portavoz de las Naciones Unidas condenando en todo momento a Israel. Ella no se mete en política, es decir, meterse en ese fango de medir palabras de cosas que no controla. No es, por ahora, una tertuliana de Ferreras. Ya la propia cadena se ha posicionado de forma valiente en este asunto: la participación de un país agresivo en todos los aspectos como Israel, del que la UER no va a solucionar absolutamente nada. En 2026 se repetirá, tristemente, la cantinela y tendremos un patrocinador israelí sufragando buena parte de esta fiesta. Posicionarse contra Israel no quita puntos directamente, ya se lo quedan ellos con el televoto movilizado. Eurovisión 2025 tenía un bajo nivel, a la altura de la maniobra israelí que seguirán consintiendo Alemania, Austria, Italia...

Melody achaca su fracaso en Europa a los cambios que le obligó la delegación dirigida por Ana María Bordas. Por eso ahora no tiene nada que perder con sus apariciones, aunque desde un primer momento lo tenía todo perdido. La pasión que le ha puesto en todo momento a este barco que se hundió con diez televotos es lo que le ha permitido reforzarse de cara a nuevas aventuras. Se repone tras haberse partido la crisma con elegancia. Por carisma, por ser quien fue y sigue siendo. Tiene su público fiel. Tal vez ella se siente tan diva que la vida le debe millones pero al menos un pellizco (sobre los 120.000 euros) los va a cobrar en De viernes. Y ha quedado bajo el abrigo de Antena 3 con su aparición en El Hormiguero este miércoles. Igual se baja un día de estos del helicóptero como se pone a competir con Victoria Federica en El Desafío. Antena 3 protege más a los famosos que Telecinco, mientras RTVE ha demostrado que no está condiciones de proteger a sus representantes.

Desde La familia de la tele, el Sálvame de La 1, se habla de un plan previsto, de una espantada planificada para salir corriendo dejando en la estacada a RTVE. Solo había que ver las caras y gestos de Melody en la rueda de prensa con la directora de Comunicaciónn de la casa pública, María Eizaguirre, para intuir que la ruptura venía de lejos y el 24º lugar solo ha sido la confirmación de un desencanto.

Como en la actual España todo es posible de polarizarse, un eurodrama nos enfrenta con gusto. En La 1 van a mostrar que no le perdonan a Melody que se marche con la música a otra parte. Broncano se ha enfadado con que le acusara de no respetar la salud mental, ironías de aquel lunes donde ella debía estar en Madrid celebrando un buen puesto. Si con RTVE el puente estaba roto, había otras alternativas en el camino. La Revuelta no le va a dar ninguna disculpa pero bajar el tono sin sarcasmo siempre viene bien. A fin de cuentas aunque no piensen invitar de nuevo a Melody tienen que recibir el año próximo a quien sea elegido, el/la pobre, para ir a Eurovisión. En las redes se suceden los comentarios sin piedad contra El Hormiguero por llevar a la sevillana este miércoles. Ains, El Hormiguero, ese programa al que le juró odio eterno Pedro Sánchez. Hay cosas que vienen y van, pero eso es lo malo, que el odio tiende a permanecer. Nos iría mejor en este país si bajáramos el termostato de las cosas con menos importancia. La familia de la tele, fiel a su misión de estar ahí sembrando cizaña, tiene un personaje de barra libre a quien atizar. A Melody le va a llover de todo, pero mientras se labrará un futuro próximo mulllido lejos de la cadena de Eurovisión, incapacitada de cuidar como es debido a sus representantes. Un drama en el seno de RTVE digno de psicoanálisis y que nos remonta hasta Massiel.

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