Las empanadillas de Móstoles cumplen 40 años, la chiripa de Martes y Trece en la Historia de España
En el Especial de Nochevieja que daba paso a 1986 un número casi improvisado del dúo se convirtió en el momento más memorable de la historia de TVE
¿Alguna vez tuvo gracia lo de "mi marido me pega" de Martes y Trece?
Durante un puñado de años en los que TVE sostenia firme la batuta de la pantalla Josema y Millán, Martes y Trece, formaban parte de los postres de la cena de Nochevieja junto a los polvorones, el turrón y las peladillas que nadie se come. Un dúo que antes había sido un trío y que en la Nochevieja que daba paso a 1985 se presentaron por separado en el especial en directo que dirigía Fernando Navarrete. Por separado cada componente sufrió en sus carnes un sonoro fracaso. Aquella noche el público que se había tomado las uvas descubrió a Los Morancos.
Para entrar en el europeo 1986, la Nochevieja en la que España accedía al llamado Mercado Común y al IVA del 6%, en el Viva 86 en el estudio 1 de Prado del Rey Martes y Trece reapareció como esa pareja formado por Millán Salcedo (grrr!) y Josema Yuste, el espigado que bordaba a Jesús Hermida. Y fueron a lo seguro: una entrevista de Jesús Hermida y Gloria Fuertes, la poetisa de los niños. "El pájaro pica, el gato maúlla y la araña se escurre porque ser tan capulla". Con eso no iban muy lejos. Tenían previsto el sketch de un borrego vivo que Millán se ponía sobre sus hombros. En lugar de un animal lanudo la producción de Navarrete suministró a la pareja de cómicos un peluche de oveja. El gag perdia gracia, así que había que inventar otra cosa.
Ya está. Para salir del paso a la desesperada, ¿por qué no remedar el programa de compañía de la noche en la radio con Encarna Sánchez?
"Encanna", profería en off Josema, con ese deje malaje que le salía sin querer. "Encanna", intentaba conectar la oyente desde Algete.
Y Encarna era solo Millán con una peluca de rizos en la cabeza. No hacía falta más. La peluca y un teléfono como Gila. Y cara de mala leche, "amigos de España". A todo el mundo le sacó una sonrisa el momento. A todos menos a la propia Encarna.
A partir de ahí, el disparate, cruzar frases, reiterar, retorcer en espiral la idea, "empanadillas, "niños en la mili", "en Móstoles", "freír"... Vuelta y vuelta, un par de vueltas y el personal allá donde estuvierer tirado por el suelo. Una improvisación que sacó carcajadas cuando lo habitual en la selección española de cómicos era aguardar al final del chiste (de ahí que hubieran triunfado Los Morancos una nochevieja antes). Nunca hubo cinco minutos más aprovechados. Lo de las empanadillas de unos chicos friéndose en Móstoles pasó a la Historia de España. Solo Chiquito llegó a más.
Con la reposición a la tarde siguiente y con los vídeos funcionando como clonadores de grandes momentoos, "Encanna" ha permanecido como el momento fabricado por TVE más memorable de sus casi 70 años de Historia.
Martes y Trece, de esta forma, con un golpe imprevisto trabajado con más experiencia que pulcritud, quedaron como pináculos de la Nochevieja, el rato de humor que aguardaba el personal. Su heredero es José Mota, que a día de hoy, tras veinte años como Cruz y Raya, no falta a un 31 de diciembre en TVE desde 2008.
De la Nochevieja del 89 a la del 97, del A por uvas al Adós, Josema y Millán regalaron los especiales de humor de fin de año que devoraron aquellos vídeos VHS extinguidos como dinosaurios.
El especial en directo del 87 fue el último en este formato, justo cuando ningún cómico sobresalió. La pareja regresó para dar paso al 88, en un especial grabado dirigido por Hugo Stuven. En sus diez minutos acordados acuñaron lo de "Y ella no quería...", en línea con el programa religioso Testimonio, pero lo que pasó a la posteridad de aquella Nochevieja fue aquel escote entreabierto por la saltimbanqui Sabrina.
Tras conducir el Viva 89, después de un protestado y polémico espacio con gags de Javier Gurruchaga (y la cena con pedos de Ana Obregón y Marisa Paredes), con la bienvenida a los 90 realizaron su primer tesoro de 60 minutos de skethces. El A por uvas del detergente Gabriel, Franco Napiatto o su versión de Jazz entre amigos).
Todo eso les permitió ser imprescindibles en la hora previa a las campanadas. Y así fue hasta el 97, con excepción del 95 y otras polémica con El 92 cava con todo que giraba en torno a la parodia de Isabel Pantoja y... Encarna Sánchez. No estuvieron tan afortunados y la radiofónica ya no se los perdonó en la vida. En el especial anterior, Venga el 91, apareció su más desafortunado gag, el de "mi marido me pega". Se disculparon, lógicamente, años después.
El especial de humor quedó fijo como tradición en la parrilla de La 1 y ha sido José Mota quien ha mantenido la parcela durante la mayor parte de estos años.
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