Las corridas para mujeres de Jesulín: cima y caída del torero

En 1994, Jesulín de Ubrique, un torero carismático y mediático en la cúspide de su fama, organizó una corrida de toros exclusivamente para mujeres en la plaza de Aranjuez, un evento conocido como Va por ellas. Este espectáculo atrajo a cerca de 9,000 mujeres en vivo, quienes llenaron las gradas en un ambiente de fervor, lanzando al ruedo ropa interior en lugar de los tradicionales claveles. La corrida, que marcó un hito por su carácter provocador y su impacto cultural, no solo destacó por el espectáculo taurino, sino también por la atmósfera festiva y desinhibida fuera de la plaza, donde las asistentes celebraron con entusiasmo la figura de Jesulín. Un diestro comparado con una estrella de rock por su personalidad.

Aquella corrida en Aranjuez se convirtió en la retransmisión taurina más vista en la historia de la televisión en España.

El evento fue el primero de tres corridas similares que el torero organizó en Aranjuez, El Puerto y Granada, consolidando su imagen como ídolo de masas. Fue su cima como diestro y a a partir de ahí, un declive imparable marcado por la edición de su disco Toda. Jesús Janeiro comenzaba a convertirse en un personaje del corazón cuyas personas de su entorno terminarían siendo carne de portada de revista.

Aquel fenómeno de Aranjuez trascendió lo taurino, convirtiéndose en un momento icónico de la cultura popular española de los años 90, reflejando una mezcla de liberación femenina y devoción por el ídolo.

Para muchas asistentes, asistir a esta corrida representó una experiencia de "libertad plena", más allá de lo meramente taurino. Un punto y aparte en ese ontexto donde las mujeres se apropiaron del espacio tradicionalmente masculino de la tauromaquia.

El programa Anatomía de…, que se emite este domingo a las 21.30 en La Sexta, revive este evento para explorar tanto la figura de Jesulín, como el espectáculo que promovió y l delirio colectivo que lo rodeó.

Presentado y dirigido por Mamen Mendizábal, con el testimonio de Irma Soriano, quien condujo aquella retransmisión, y mujeres que participaron en el acontecimiento, el especial analiza el impacto cultural y social de la corrida, destacando esa figura provocadora que era el joven Jesulín.