Níjar, un lugar que se queda en ti

En el sureste de la provincia de Almería se extiende un municipio que encierra algunos de los mayores tesoros naturales, culturales y paisajísticos de Andalucía: Níjar. Este municipio, uno de los más extensos de España, es también uno de los más singulares por la riqueza de su entorno y por una identidad que fusiona tradición, autenticidad y una apuesta decidida por el turismo de calidad.

Desde los espectaculares senderos y miradores del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, hasta la Villa de Níjar, con su alma artesana y su sello como uno de los pueblos más bonitos de España, sin olvidar los festivales musicales que celebran la cultura entre salinas y volcanes, Níjar es una experiencia que se queda para siempre.

Uno de los grandes atractivos de Níjar, sin duda, es su naturaleza. De hecho, precisamente para ayudar al visitante a recorrerla, entenderla y disfrutarla, el Ayuntamiento de la localidad ha presentado en la última edición de FITUR una herramienta imprescindible: la Guía de Senderos y Miradores de Níjar, un completo compendio que recoge por primera vez los principales itinerarios paisajísticos y ecológicos del municipio, con especial protagonismo del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

Según explicó el alcalde, José Francisco Garrido, en el acto de presentación, esta guía pretende no solo facilitar la planificación de rutas a los visitantes, sino también valorar el patrimonio natural y cultural del municipio. “Níjar es uno de los mejores lugares de España para perderse sin extraviarse, y esta guía es la brújula perfecta para no dejarse nada atrás”, afirmó.Y no exagera. Los más de 50 kilómetros de costa protegida, reconocidos internacionalmente como Reserva de la Biosfera y Geoparque Mundial por la UNESCO, convierten a Níjar en un paraíso para senderistas, cicloturistas y amantes de la fotografía y la contemplación.

Desde Huebro, un pequeño núcleo enclavado en la Sierra Alhamilla, hasta las dunas fósiles y playas vírgenes del Cabo de Gata, los caminos que recorren Níjar permiten no solo observar paisajes, sino también revivir la historia. La ruta ciclopeatonal entre Los Albaricoques y Rodalquilar, por ejemplo, atraviesa el Cortijo del Fraile, célebre por ser el escenario real que inspiró ‘Bodas de sangre’ del célebre Federico García Lorca.

Otros itinerarios destacados incluyen el Camino de Santiago Argar-Sureste, que está siendo recuperado en su tramo nijareño; o la prolongación de la Vía Verde de Lucainena, en dirección a Agua Amarga, uno de los pueblos costeros más bellos y tranquilos de la comarca. Cada una de estas rutas cuenta en la guía con su ficha técnica, niveles de dificultad, recomendaciones, puntos de interés, y detalles sobre la flora, fauna e historia de los lugares por los que transita.

No obstante, si hay algo que marca la experiencia nijareña son las vistas. Y para eso, sus miradores son auténticas ventanas al infinito. Entre los más icónicos, destaca el Mirador del Faro de Cabo de Gata, donde el azul del mar se funde con la lava petrificada de antiguos volcanes. Le siguen el Mirador de la Amatista, entre Rodalquilar y La Isleta del Moro, y el Mirador de la Atalaya, en el núcleo histórico de la Villa de Níjar. A estos se suman joyas menos conocidas pero igualmente impactantes, como el mirador de la Torre de los Lobos, el punto de observación costera más alto de toda España, o los miradores naturales que se forman en las minas de Rodalquilar, un lugar donde el oro y el silencio cuentan su propia historia.

Alejada de la costa y resguardada por las faldas de la Sierra Alhamilla, la Villa de Níjar es el corazón tradicional del municipio. Reconocida como uno de los pueblos más bonitos de España, caminar por sus calles es un viaje al pasado, donde cada esquina tiene un relato, y cada detalle es una muestra de la fusión entre culturas. La herencia musulmana se aprecia en su urbanismo de origen andalusí, con calles estrechas y laberínticas, casas cúbicas encaladas de blanco y decoradas con coloridas macetas y buganvillas que dan vida a las fachadas.

Por otro lado, Níjar es también tierra de artesanos. La tradición se mantiene viva en sus jarapas, tejidos multicolores de origen bereber, y en su cerámica vidriada, con motivos geométricos y flores. Muchos de estos talleres se pueden visitar, y es posible ver a los artesanos trabajando en directo, una experiencia muy valorada por el visitante. La artesanía nijareña es una expresión cultural profunda que ha sabido adaptarse al siglo XXI sin perder su autenticidad. Además, la gastronomía local es un compendio de historia y geografía. Entre sus platos más tradicionales destacan las patatas al ajillo, los gurullos con conejo o jibia, la fritá de matanza y una excelente selección de embutidos caseros. Todo ello, acompañado de los vinos y aceites de la comarca, ofrece al visitante una experiencia culinaria tan auténtica como deliciosa.

Asimismo, Níjar también es epicentro de una nueva escena cultural que ha encontrado en sus escenarios naturales el marco perfecto para una programación artística vibrante. Prueba de ello son los dos festivales de referencia que ya forman parte del calendario turístico-cultural de la provincia: ‘Otoño y Sal’, y ‘Nudo Sur’.

Celebrado en octubre en el mágico entorno de Rodalquilar, ‘Otoño y Sal’ es un festival de música que fusiona la calidad artística con la sostenibilidad y la conexión con el territorio. Conciertos al aire libre entre antiguas minas, cuevas y cortijos, con una selección musical cuidada al detalle. La edición de 2025 reunirá a artistas como El Kanka, Valeria Castro, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Iseo & Dodosound, Carlangas y Las Migas.

Por su parte, ‘Nudo Sur’ es una propuesta más reciente pero igual de prometedora. Su primera edición, el 19 de julio, llenará Las Negras de música, mestizaje y energía. Artistas como Tu Otra Bonita, Canteca de Macao, Colectivo Panamera, El Duende Callejero y Vinila Von Bismark podrán la banda sonora a un evento que se postula como una referencia del verano musical en el sur peninsular.