Olivares de oro florecen y se varean en la campiña de Paterna del Campo. Desde el siglo XIII, esta cooperativa produce un aceite de oliva virgen extra único en el mundo gracias a la verdial de Huevar, un tesoro que nace a caballo entre la campiña y la sierra onubense.
Corrientes aromáticas de aceituna verde y frutos secos surcan el Corumbel y el Arroyo de Tejada que tiñen esta sagrada tierra de color verdoso y que, gracias a Olipaterna, está dotada de un sabor inconfundible con una pizca de amargor y pinceladas afrutadas.
Tierra olivarera que presume también de personalidad gastronómica y repostera; roscos de vino y huevo, tortas de pan y manteca, torrijas, pestiños, piñonates, petacas y ejuelas que deleitarán al paladar mas exigente gracias al celestial dorado del aceite de Olipaterna.
Más de cincuenta años apostando por la calidad en sus productos, esfuerzo que les ha servido para alzarse con el premio al mejor aceite de oliva virgen extra de Huelva en la cosecha del pasado año. Además, su labor artística también fue galardonada con el premio al mejor envase de 2019, mérito que se aprecia en la majestuosidad de sus diseños en forma de frasca, ánfora o la mismísima Giralda.
Olipaterna ha sido galardonada con varios premios de calado.
Olipaterna no es solo una cooperativa olivarera, es la fragancia de una provincia, un abanderado de lujo que exporta al mundo las riquezas y placeres de esta región. En definitiva, Olipaterna es Andalucía.
