Jabugo, para saborear y sentir
En pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Jabugo se alza como una propuesta turística diferente, capaz de enamorar a quienes buscan algo más que una escapada

Para quienes aman la naturaleza, Jabugo es una invitación abierta al descubrimiento. Sus montañas, sus bosques y sus caminos entre ríos invitan a perderse por sus senderos. Una de las joyas del municipio es el proyecto ‘Jabugo de Cuento’, una experiencia ideal para familias que mezcla arte y naturaleza. A lo largo del recorrido, casitas creadas por artistas locales transportan al visitante al universo de los cuentos clásicos: desde Pinocho hasta David el Gnomo, pasando por Hansel y Gretel o los entrañables Tres Cerditos.
Pero Jabugo también es historia, identidad y mucho sabor. Su cocina, anclada en el producto local, ofrece auténticos manjares para los paladaresmás exigentes. El jamón con Denominación de Origen Jabugo, junto a otras delicias como las carnes ibéricas, los quesos curados deforma artesanal o los vinos de la tierra, protagonizan la experiencia gastronómica.
Las aldeas de El Repilado, Los Romeros y El Quejigo nosolo comparten la belleza del Parque Natural Sierra de Aracenay Picos de Aroche,sino también una historia común marcada por el saber hacer y la cultura popular.En ellas, la tradición sigue viva.
Uno de los espacios más emblemáticos del municipio es el Centro de Innovación y Promoción del Ibérico (CIPI). Obra del célebre arquitecto Aníbal González, este edificiocombina diseño y divulgación para ofrecer un recorrido completo por el proceso de elaboración del jamón.
Otra parada imprescindible es el Centro de Interpretación de la Artesanía Chacinera, donde se pone en valorel trabajo ancestral vinculado a la transformación de productos cárnicos. El visitantepuede adentrarse en la historia local a través de herramientas antiguas, fotografías y objetos cotidianos. Además, una de sus salas rinde homenaje a una de las artes más delicadas y singulares del municipio: el encaje de bolillos.
Quien llega a Jabugo no solo encuentra un destino, descubre un modo de vida, una identidad que late entre montes, fogones y palabras heredada.
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