Los cinco hábitos que necesitas tener para proteger tus ojos

Salud y Bienestar

La protección de nuestros ojos debería ser una prioridad durante todo el año pero, sobre todo, en la estación primaveral y estival

La protección de nuestros ojos es fundamental y, con los consejos adecuados, incluso se puede mejorar la vista.
La protección de nuestros ojos es fundamental y, con los consejos adecuados, incluso se puede mejorar la vista. / M. G.

Huelva es una de las provincias con más horas de sol y menos precipitaciones de toda la península Ibérica. Estas condiciones climáticas pueden afectar mucho al sentido de la vista si no se adquieren hábitos para protegerla a tiempo, según Ainhoa de Federico, especialista en visión natural, profesora investigadora de la Universidad de Toulouse y autora del método Volver a ver claro.

Además de sus doctorados en la Université des Sciences et Technologies de Lille y la Universidad de Navarra, a la Dra. de Federico acaban de concederle el doctorado Honoris Causa en la Universidad Internacional de Desarrollo Humano y Liderazgo de México precisamente por sus investigaciones sobre la visión natural.

Si tenemos en cuenta que ahora hay más tiempo de sol al día, la especialista reúne cinco hábitos que podemos practicar desde ahora para proteger nuestros ojos de forma natural e, incluso, aprovechar esta época del año para mejorar nuestra visión con consejos prácticos.

Disfruta del amanecer y la puesta de sol

Varias investigaciones del University College London publicadas en 2020 han demostrado que la exposición a la luz roja intensa, durante 3 minutos al día, preferiblemente por la mañana, preservan la salud de la retina gracias a la activación de las mitocondrias. Esta práctica es particularmente útil a partir de los 40 años, para evitar el deterioro de la retina. Si bien se puede llevar a cabo con lámparas artificiales, la luz solar, al amanecer y al atardecer, ofrecen la calidad de rojo requerida. La idea es disfrutar del momento en que el disco solar toca el horizonte en el mar, durante la hora dorada, cuando la atmósfera filtra las otras frecuencias y permite que llegue principalmente la luz roja.

Al aire libre para mirar de lejos y exponernos a la luz natural

El tiempo al aire libre multiplica las posibilidades de mirar de lejos, que es la posición de descanso de los músculos de los ojos, lo cual es muy beneficioso para mantener los ojos en forma. La luz roja permite a la retina mantenerse saludable, la luz azul del mediodía previene la miopía. Por otro lado, la exposición al rango completo de la luz natural permite al organismo estar alineado con el ciclo circadiano del día y la noche, esto posibilita al sistema nervioso y al sistema endocrino funcionar de forma óptima. Por supuesto, siempre de forma razonable y que resulte agradable.

Duerme en una habitación totalmente oscura

Una investigación de la Universidad de Pensilvania demostró que niños que dormían con una luz en la habitación, por pequeña que fuera, eran más propensos a desarrollar miopía que aquellos que dormían totalmente a oscuras. Al igual que los ojos necesitan luz, también necesitan oscuridad, para relajarse plenamente y para generar las enzimas que nos permiten ver en colores cuando estamos despiertos.

Recuerda parpadear

Cada parpadeo es un instante de oscuridad que también favorece a los ojos y permite descansar a los músculos del enfoque. Además, estimula las glándulas lacrimales (muy bueno para quienes padecen de ojo seco), reparte la lágrima, lo cual limpia el ojo y alisa posibles irregularidades de la córnea. Esto permite enfocar mejor. Haz la prueba de tratar de estar 30 segundos sin parpadear (incluso si pruebas con 10 o 15 te darás cuenta) o parpadear cada segundo, y verás lo diferentes que se sienten tus ojos. Parpadear habitualmente cada 2-3 segundos es lo ideal.

Las gafas de sol: con moderación y de calidad

Las gafas de sol – que deben ser siempre de buena calidad, compradas en una óptica– están justificadas si eres piloto, al esquiar, si conduces frente al sol o cuando hay mucho reflejo en el mar o en la arena. También por algunas afecciones específicas de la vista que deben ser verificadas con nuestro oftalmólogo.

Fuera de esos casos, lo ideal es usarlas con moderación y preferir alternativas como usar sombrero, estar a la sombra o parpadear más. Así se consigue que tu iris esté en forma y se haga más grande o más pequeña tu pupila en función de la cantidad de luz que hay, permitiendo una mejor miosis (cuando la pupila se hace pequeña), lo cual hará que enfoques más precisión gracias a tu visión central o foveal.

Además, desde el 2012, "es sabido que la mayor parte de la vitamina D –tan importante para tener buen ánimo, para los huesos y para un sinfín de procesos saludables del cuerpo– se sintetiza gracias a células en los ojos y no tanto por la piel", aclara la doctora.

En la imagen, Ainhoa de Federico, especialista en visión natural.
En la imagen, Ainhoa de Federico, especialista en visión natural. / M. G.

Para concluir, Ainhoa de Federico nos aconseja el palmeo como ejercicio práctico para mejorar la vista de forma natural, muy recomendado por los coaches visuales.

Así nos lo explica: "En una posición relajada (puede ser sentado o tumbado), retira gafas o lentillas si fuera necesario, frota tus manos y – con los ojos cerrados– ćúbrelos con las palmas de tus manos dejando descansar tus dedos en la frente. El calor y energía de tus manos relajará los músculos de tus ojos y la oscuridad tendrá un efecto calmante para tu sistema nervioso".

Si, además, quieres imaginar el negro, cada vez más negro, como si cayera tinta china en tus párpados cerrados (o imaginar objetos negros) el efecto es mayor.

"Puedes hacer unos minutos de palmeo en cualquier momento que quieras descansar tus ojos o por unos minutos antes de ir a dormir, notarás tus ojos mucho más relajados y mejorará la calidad de tu sueño", concluye la experta.

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