La fórmula secreta de la felicidad

Los frutos rojos están considerados unos ‘superalimentos’ beneficiosos no solo para el cuerpo, sino también para el ánimo

La fórmula secreta de la felicidad
La fórmula secreta de la felicidad / Archivo

El famoso ‘plato de Harvard’ (una guía de alimentación saludable creada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard y los editores en Publicaciones de Salud de Harvard, que recomienda cómo habría que llenar de alimentos cada día, si fuera un plato) dice que cuantos más colores, mejor, y para colores, los de las berries. Los denominados ‘frutos rojos’, y eso que los hay azules y morados, e incluso naranjas y amarillos, están considerados una de las mejores frutas para comer equilibradamente. Para colmo, están ricas y les encanta a los niños, que devoran fresas, frambuesas, moras o arándanos como si fueran ‘chuches’. No se trata de hablar por hablar, de más o menos fama de superalimento: los estudios e investigaciones científicas sobre los beneficios que el consumo de estos frutos rojos tienen para la salud son continuos y cada vez más concluyentes. Gracias a sus altos contenidos en compuestos biológicos activos, concentran propiedades nutritivas que permiten cuidar la salud y prevenir enfermedades. Sobre todo, aquellas vinculadas al envejecimiento, la salud cardiovascular, el cerebro o la visión. Las fresas, los arándanos, las frambuesas y las moras están consideradas como ‘superalimentos’ indispensables para incluir en nuestra dieta y proteger la salud porque, efectivamente, lo son.

Las berries son el grupo de alimentos con mayores antioxidantes que hay en la tierra. Por ello consumir frutos rojos nos ayuda a envejecer mejor y más lentamente. Además, gracias a su alta composición en vitaminas C, B y E, tienen una elevada capacidad para reforzar el sistema inmunitario y las defensas. Más cosas: tienen propiedades preventivas en la salud cardíaca y coronaria, refuerzan la actividad del cerebro, ayudan a mejorar la circulación sanguínea, a reducir el colesterol malo y a mejorar el colesterol bueno, son buenos para prevenir la diabetes, tienen una alta capacidad para proteger las capacidades cognitivas y de la vista y se utilizan como tratamiento de enfermedades urinarias.

Más fibra y más corazón

Las frutas aportan unos 2 gramos de fibra por cada 100, y los frutos rojos (especialmente los arándanos o las frambuesas) son los que tienen más fibra, lo que los convierten en un ingrediente ideal para mantener el intestino sano y, por la correlación que existe entre ambos, el sistema inmunológico. Además, las frutas del bosque son grandes aliados a la hora de controlar el apetito gracias a su capacidad para mantener estables los niveles de glucosa en sangre y evitar los picos de insulina. Además, son alimentos ricos en nutrientes, sustancias químicas vegetales y ácidos grasos que previenen el estrechamiento de las arterias y la formación de coágulos, previniendo por tanto enfermedades cardiovasculares. En otras palabras: llenar los menús con fresas, grosellas, moras, arándanos, cerezas y ciruelas ayuda al corazón a mantenerse más sano y al aparato circulatorio a trabajar mejor.

Superarándanos para el cerebro

Los arándanos azules son famosos dentro de la comunidad médica y de nutricionistas por sus aportes como alimento anticancerígeno y antiinflamatorio. Poseen muchas otras virtudes para quienes los consumen con cierta regularidad e incluso hay estudios que demuestran que estos pequeños frutos mejoran notablemente aspectos de la salud como la cardiovascular y, también, ayudan a la memoria y la concentración. De hecho, las frutas silvestres en general, al tener un alto contenido en antioxidantes, ayudan a prevenir la descompostura de las células cerebrales. Un reciente estudio demuestra que 200 gramos de arándanos cada día durante 4 semanas mejoran la función de los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial sistólica en personas sanas. Este es un resultado importante ya que el efecto observado de los arándanos es equivalente al efecto de medicamentos antihipertensivos. Su consumo diario puede aumentar la función cognitiva y disminuir los trastornos de la memoria, incluso en la vejez. Desde la prevención o el tratamiento de la demencia hasta la mejora de la memoria, estos son los beneficios cerebrales que puede proporcionar. Buena parte de esto se explica gracias a las antocianinas, pigmentos naturales cuya presencia es muy abundante en los arándanos.

Mejoran la salud y previenen enfermedades, y por eso los expertos recomiendan que las berries formen parte de nuestra dieta durante todo el año, pero es que, además, uno de sus grandes beneficios es su capacidad para estimular la producción de endorfinas y serotoninas, las causantes directas de la felicidad. Sanos y felices, ¿qué más se les puede pedir?

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