Salud Pública

¿Por qué los neumólogos piden playas sin humo y sin colillas?

Playa sin humo en Granada.

Playa sin humo en Granada. / R. D.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado este domingo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) insta a las autoridades para que se apruebe la legislación que prohíba fumar en espacios públicos abiertos, como terrazas y playas, y celebra la incorporación de playas sin humo.

Precisamente, las playas son áreas muy sensibles, y no solo para los fumadores pasivos, ya que un altísimo porcentaje de las colillas de los cigarros, que contienen hasta 7.000 elementos tóxicos tan nocivos como el arsénico o el plomo, son desechadas en el medio ambiente.

Colillas recogida en campaña de verano de 2019 en la playa del Palmar, Cádiz. Colillas recogida en campaña de verano de 2019 en la playa del Palmar, Cádiz.

Colillas recogida en campaña de verano de 2019 en la playa del Palmar, Cádiz. / R. D.

Los elementos tóxicos de las colillas llegan a los alimentos

Normalmente, las colillas son trasladadas de una u otra forma al medio acuático, donde se degradan en microfibras, que son ingeridas por toda clase de animales marinos, llegando incluso a los alimentos de consumo humano. Asimismo, los residuos tanto de las colillas como de los productos de vapeo no pueden ser eliminados en su totalidad, incluso tras el tratamiento de las aguas residuales.

"La exposición al humo del tabaco, también de segunda y tercera mano, es decir, en los fumadores pasivos, se asocia a una mayor predisposición de enfermedades cardiorrespiratorias crónicas, cáncer de pulmón, mayor riesgo de agudizaciones y peor pronóstico", precisa la doctora Cristina Martínez, neumóloga y coordinadora del área de medio ambiente de SEPAR.

Más de 143.000 colillas al segundo

"Además, no podemos olvidar que, de acuerdo con estudios internacionales, en el mundo se arrojan al medio ambiente 143.000 colillas por segundo. De hecho, las colillas son el 40 por ciento de los residuos del Mar Mediterráneo y requieren de aproximadamente 12 años para degradarse", añade.

Actualmente, en España, la última ley vigente contra el tabaquismo es la Ley 42/2010, que tiene "algunas deficiencias que merece la pena abordar", a fin de "construir una ley que sea más eficaz y más eficiente para prevenir que los jóvenes se inicien en el consumo de tabaco, facilitar que los fumadores dejen de fumar y, sobre todo, para proteger la salud de los no fumadores frente al aire contaminado del consumo de tabaco", afirma el neumólogo y coordinador del área de tabaquismo de SEPAR, el doctor Carlos Rábade.

Cinco medidas que debe contener la ley

En este sentido, ya desde el año pasado, SEPAR reclama 5 medidas que debe contener la nueva ley antitabaco: prohibir el consumo del tabaco en espacios públicos; un incremento al precio de este producto; instaurar el empaquetado genérico; regular que tanto cigarrillos tradicionales como electrónicos sigan las mismas normas de venta, consumo y publicidad, e instaurar en todo el Sistema Nacional de Salud unidades antitabaco, que den asistencia sanitaria para que los fumadores abandonen este hábito, financiando estas terapias.

"Especialmente en este Día Mundial del Medio Ambiente, la prohibición de fumar en lugares públicos es una medida más que positiva, que puede ofrecer beneficios a corto plazo", señala la doctora Martínez. "Desde SEPAR instamos a los responsables de legislar para que este trámite se acelere. Nos estamos jugando la salud presente y futura del ecosistema y de las personas. No podemos esperar más", concluye el doctor Rábade.

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