Una de las claves de la investigación de la última desaparición de Manzanares fueron las grabaciones de las cámaras de seguridad de las carreteras. Las imágenes a la que tuvieron acceso los investigadores cercaron a los sospechosos de la desaparición del empresario Juan Miguel Isla.

En la primera de las imágenes que rescataron se puede ver un coche BMW blanco en el que iban Antonio Caba e Isla. El vehíuculo sería propiedad de Caba.

Ambos se habían citado el 22 de julio del pasado año porque el empresario había vendido unas tierras y tenía que recoger parte del dinero que le correspondía por la venta. Quien iba a dárselo era Antonio Caba, que había actuado como intermediario de la transacción.

La única prueba sobre su posición son estas imágenes ya que el intermediario no lleva el móvil consigo. Probablemente lo hizo para no dejar rastro de su trayecto ya que ya tendría planeado lo que iba a hacerle a Juan Miguel Isla.

En torno a las 09:00 horas el intermediario va a su casa y aparca el coche en la puerta, subido en la acera. En ese momento Isla ya no está en el coche y, de hecho, unos agentes que pasaron junto al vehículo y lo vieron mal estacionado le pusieron una multa.

Tras salir de la casa, Antonio Caba continúa su recorrido pero esta vez sí lleva el móvil consigo. Hace varias llamadas y parece ser que queda en reunirse con una persona que podría ser su ayudante, Gaspar.

En torno a las 13:00 horas del mismo día las cámaras de las carreteras vuelven a captar el BMW blanco conducido por Caba y acompañado por una nueva persona que posiblemente fuera Gaspar.

Tras esas imágenes, otras cámaras graban el Renault Clio de Juan Miguel Isla en movimiento, pero quien lo conduce no es él, es Gaspar. Esto lo saben los investigadores porque el sospechoso paró en una gasolinera para repostar y comprar un refresco y algo de bollería industrial. Pagó con un billete de 50 euros y no habla ni interactúa con nadie en todo el tiempo que permanece en el establecimiento.

Tras eso Gaspar abandona la estación de servicio y conduce durante una hora y media hasta Albacete, donde dejó el vehículo aparcado en un descampado.

Gracias a la colaboración ciudadana los agentes pudieron dar con él unos meses más tarde. Un mes y medio después de dicho hallazgo, Antonio Caba y Gaspar Rivera eran detenidos por la desaparición y muerte de Juan Miguel Isla. La resolución del caso ha llegado tras una ardua investigación policial que ha durado meses y que aun sigue activa.

Un detalle determinante

Antonio Caba tiene un garaje en su casa y él nunca deja su vehículo mal aparcado pero justamente el día de los hechos alteró su rutina. La multa que le pone la policía así como la foto que toman del coche aparcado en el acerado demuestran que el intermediario pasó por su casa rápidamente y regresó a toda velocidad a su autómovil. No se sabe con seguridad para qué acudió a su domicilio pero creen que ese paso por su casa es determinante en el hecho delictivo.

Autopsia

La autopsia realizada al cuerpo de Juan Miguel Isla, que fue encontrado en el pozo de una finca propiedad de Caba, recogía que la muerte se había producido por una parada cardio respiratoria.

No se sabe si la víctima recibió un disparo en la cabeza porque el cadáver estaba muy deteriorado cuando lo encontraron, por este motivo los investigadores están a la espera de lo que determinen los forenses. La hipótesis en la que se apoyan es que, durante una de las conversaciones Caba aseguraba tener preparada “la pistolilla”, pero de momento en el cuerpo no hay nada que evidencie que recibiera un disparo. 

El perfil de Gaspar

Gaspar Rivera, quien fue el primero en reconocer los hechos y aseguró que él no había matado a Isla, que solo había ayudado a ocultar su cadáver, es una persona con importantes problemas económicos y con un hijo con dificultades. Solo en seis meses los investigadores han sabido que tenía cuantificadas más de 280 visitas a casas de apuestas.

Lo que los investigadores establecen es que sería un error ponerlos en situaciones de igualdad en cuanto a los roles que tuvo cada uno en el crimen. Consideran que es Antonio el que acaba con la vida de Isla pero que se vale de Gaspar para incriminarlo.

Segunda desaparición

El caso de Juan Miguel Isla vino después de que en el año 2019 otro vendedor, Jesús María González, desaparecía en circunstancias muy similares a las de Isla.

En principio los agentes se han centrado, únicamente, en el delito cometido hacia Isla pero ya están investigando si la segunda desaparición tiene relación con los mismos sospechosos.