Causa criminal

Caso de los niños de Carabanchel: la familia de Ángel cree que alguien lo descuartizó

Imagen del vertedero de Toledo

Imagen del vertedero de Toledo / Ismael herrero (EFE)

Desde que el pasado 11 de enero apareció el pie del pequeño Ángel, desaparecido en Carabanchel en diciembre, los agentes no han cesado de buscar el resto del cuerpo en el vertedero de Toledo.

Fue en este mismo lugar en el que apareció el cuerpo de su primo, Fernando, de 17 años, y cuya autopsia determinaría que habría muerto por asfixia natural, posiblemente por los gases emitidos por los residuos de la planta.

Las incógnitas de cómo llegaron los menores hasta allí siguen sin estar resuelta. A pesar de que la investigación fue declarada como secreta, la principal hipótesis con la que ha trabajado la Policía hasta ahora ha sido con la del accidente. Sin embargo han seguido trabajando en las demás puesto que aun no se sabe qué pudo pasarle a los primos.

La familia, desde un primer momento, siempre consideró inverosímil que los chicos se hubieran refugiado del frío en un contenedor de basura. Consideran que es más plausible hacerlo en algún banco, o en cualquier otra parte que no sea un cubo de basura. Por eso no han parado de pedir tanto a las autoridades como al propio gobierno que se utilicen todos los mecanismos de los que dispongan para conocer las causas de esta tragedia.

El hecho de que el cuerpo de Ángel haya aparecido desmembrado da peso a la teoría de sus padres de que alguien tuvo que hacerles algo. De esta forma, Ángel Benedicto, secretario de la Sociedad Gitana Española, argumenta que “se deduce que alguien lo metió en un contenedor ya así”. Ha sostenido que los restos del menor se han hallado en la zona donde los camiones depositan primeramente la basura, por lo que no podrían haber pasado por una trituradora o tolva que hubiera provocado el descuartizamiento.

Esta zona fue acotada por los investigadores ya que era el área en la que fue hallado el cuerpo de Fernando. Para inspeccionarla ha sido necesaria la colaboración de varios grupos de la Policía así como disponer de unos trajes especiales para evitar la inhalación de sustancias tóxicas y de maquinarias como retroexcavadoras. La operación de búsqueda ha sido absolutamente compleja por su peligrosidad.

Ahora los padres, que siguen señalando a la familia de la expareja de Fernando, se esfuerzan en que la Policía Científica siga recabando información. En este sentido hace unos días se produjo una inspección del piso en el que vivía dicha chica por si pudieran encontrar algo llamativo. Por el momento no se tiene constancia de nada parecido.

Tanto el padre de Ángel como el de Fernando han decidido contratar a criminólogos y detectives privados que puedan ahondar en dichas teorías.

Se trataróa del médico forense Francisco Etxeberria y del criminólogo Manuel Alameda, además de contar con un investigador privado. Sus averiguaciones no podrán avanzar hasta que se levante el secreto de sumario, algo que están pidiendo los padres de forma incesante.

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