Los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2021, en torno a las 20:00 horas, mientras Rocío, embaraza de cuatro meses, iba caminando junto a su hija Leire de 5 años por una calle de Roquetas de Mar, en Almería. Ambas habían estado jugando en un parque y en ese momento cruzaban por un paso de peatones, de la mano, cuando un vehículo pasó a toda velocidad y se llevó por delante a la pequeña. 

Quien lo conducía era F.M.S., militar de profesión que salió del coche de inmediato pero no se acercó a la víctima, que acabó perdiendo la vida media hora después. Así lo recoge el atestado policial. Según los testigos que presenciaron el atropello el hombre tenía los ojos rojos, la boca pastosa y olía a alcohol. Déborah, tía de la niña, ha explicado a El Periódico que “salió, se apoyó en el capó del coche, se echó las manos a la cabeza y ya está. No hizo nada más". 

El atestado policial confirma que el test de alcoholemia arrojó que el militar tenía una cantidad de 0.98 gramos de alcohol por litro de aire aspirado. Los agentes accedieron al coche y, en su interior, junto al volante, hallaron un vaso que, tras analizarlo, resultó ser un combinado de ginebra y tónica.

Sobre el homicida

F.M.S, tenía 27 años en aquel momento. Era natural de Jaén y había sido destinado en Almería hacía un año. Llevaba, en total, ocho años en la Legión. No tenía antecedentes penales pero sí una multa importante por circular bajo los efectos del alcohol. Tras atropellar a la niña aseguró que no la había visto debido a la vegetación que había en la zona y puso en duda que la pequeña fuera de la mano de su madre.

Tras ser detenido y pasar a disposición judicial quedó en libertad con cargos, a la espera de que se siguiera investigando. Este último dato ha sido desmentido por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Un informe técnico afirma que desde 2020 en ese tramo no existe vegetación, solo césped artificial.

La instrucción del caso se cerró con la apertura de un juicio contra F.M.S por homicidio imprudente y conducción temeraria. A la lucha para salir adelante, se sumó la judicial.

Tras dos años de lucha judicial, el próximo 19 de octubre tendrá lugar el juicio por el caso y ahora se ha conocido que el homicida pretende evitar la cárcel ofreciéndole dinero a la familia de la víctima, concretamente una cuantía de 70.000 euros. La familia de Leire ya ha negado que vayan a acceder a retirar los cargos.

El legionario, en libertad con cargos, se enfrenta a cinco años de cárcel (es lo que pide la familia de la niña); el fiscal, por su parte, solicita una pena de cuatro.