Tiene 42 años y su nombre es Dilawar Hussain, aunque todos lo conocen como ‘el Negro’. Es el hombre que se ha declarado autor del crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña y se había convertido en uno de los principales sospechosos en la investigación.

De origen pakistaní aunque con nacionalidad española, Dilawar lleva residiendo en España desde 2012. Actualmente lo hacía en la localidad madrileña de Arganda del Rey en un piso junto a otros compañeros extranjeros que se encontraban en una situación muy precaria. Era en este municipio donde también regentaba una tienda de comestibles y el lugar en el que se acabó entregando en un cuartel de la Guardia Civil.

No tenía coche ni permiso de conducir y es por este motivo, precisamente, por el que los investigadores creen que alguien pudo ayudarlo a desplazarse hasta Morata de Tajuña antes y después de cometer el crimen. De ser así al menos se podría estar hablando de una colaboración en el crimen, aunque por el momento Dilawar se mantiene poco colaborativo, en silencio absoluto, y no pueden dar respuesta a esto.

Antes de que tuvieran lugar los hechos Dilawar tenía un locutorio. Las primeras informaciones han girado en torno a que era suyo y lo vendió, pero esto no se ha podido confirmar. Habría sido en este lugar donde habría conocido a Amelia, ya que el hombre vendía accesorios móviles y otros aparatos electrónicos.

Tras entablar conversación, la septuagenaria de Morata le habría ofrecido alquilarle una habitación en su vivienda y, una vez allí, le habría pedido a Dilawar un préstamo de 50.000 euros, presuntamente, para paliar la deuda que las hermanas estaban contrayendo como consecuencia de la estafa amorosa en la que estaban sumergidas.

Lo que algunos vecinos han explicado a las autoridades y a los medios de comunicación es que unos meses después habrían visto a Dilawar Hussain en la puerta de la casa de los hermanos pidiendo que les devolvieran su dinero y suplicando ayuda, ya que se quedaba desamparado sin su dinero. Hasta entonces los vecinos y vecinas de la localidad han expresado que era una persona normal, amable y educada.

Pero desde ese momento ‘el Negro’ se habría tomado la justicia por su mano para recuperar su dinero y habría agredido, hasta en dos ocasiones, a Amelia, ingresando en prisión provisional por este hecho.

Lo que pasó después y durante uno de sus permisos es lo que todos conocen: Dilawar entró en el domicilio, golpeó a Amelia hasta acabar con su vida y previsiblemente habría decidido acabar con Ángeles y Pepe también, dadas las circunstancias. Luego limpió la escena del crimen, lo dejó todo cerrado y los cuerpos pasaron un mes apilados en su casa hasta que sus conocidos dieron aviso a la Guardia Civil de su ausencia.

Desde el momento en el que Dilawar confesó los hechos se encuentra en dependencias policiales a espera de que hable (algo que no ha querido hacer ni en presencia de su abogado) para que se proceda a la reconstrucción del crimen y pase a disposición judicial. Por el momento la investigación continúa abierta y se sigue buscando el arma del crimen.