Semana Santa

La unión de paveros y monaguillos

  • foto y sello. Tres Caídas da a los monaguillos su papeleta de sitio con foto y sello para facilitar la identificación. Paveras hay también en otras cofradías como La Cena, Oración y La Salud

Son el futuro de nuestra sociedad y de nuestras cofradías. Son la parte más tierna de nuestros cortejos procesionales y la sonrisa dentro de la solemnidad y la gravedad que la ocasión requiere durante los días de Semana Santa y cuando los titulares se encuentra en las calles.

Sin embargo, del trato que reciban en el seno de las hermandades depende en buena medida, su permanencia en éstas. En otras palabras, el futuro está en sus manos y el suyo todavía, en la de su generación predecesora.

Tampoco está todo inventado en el trato de los niños en las procesiones y la Hermandad de las Tres Caídas ha puesto en marcha un innovador plan que busca dar más brillantez aún si cabe, a los desfiles e incrementar la seguridad.

Yolanda Valero es la diputada mayor de gobierno de esta hermandad del Polvorín. Comenta que se ha optado por dar una característica especial a las papeletas de sitio de los chavales que van a salir como monaguillos. En éstas van incorporadas una foto del niño en cuestión y llevan además el sello de la hermandad. Una vez concluida la procesión, o en el momento que el padre o la madre estime oportuno retirarlo del cortejo procesional, el progenitor ha de entregar dicha papeleta al diputado de tramo correspondiente que le entregará el niño. Yolanda Valero explica que la medida consigue que los padres no tengan que ir dentro de la comitiva acompañando al niño, con lo que se aporta estética y movilidad al cortejo procesional.

Pero no solo se queda la cosa en la entrega de papeletas de sitio con fotografía. Días antes de la procesión, la diputada mayor de gobierno mantiene una reunión con los padres de los monaguillos para hacerles conocedores de cómo funciona el procedimiento que en Huelva es único por el momento.

Yolanda confiesa que al principio el sistema levantó contrariedad en algunas familias, pero ahora la gente está encantada y los datos lo confirman. El número de monaguillos ha crecido en estos últimos años. De hecho se ha triplicado. La papeleta de sitio de entrega al diputado encargado de los niños que lleva el nombre de pavera, que cogieron el nombre de una cierta similitud que alguien encontró entre la labor del cuidado de los niños y su estímulo para que éstos cubran el mayor recorrido posible, con aquellos que "achuchaban los pavos para que anduvieran".

No todos sin embargo, acaban la procesión, aunque "el primer año que tuvimos paveros -de eso hace tres- hubo un crío de 3 años que la hizo entera". El pavero de Tres Caídas sin embargo, no es exclusivo de la Semana Santa de la ciudad. Otras cofradías también disponen de su labor con La Cena, Oración o La Salud.

Los monaguillos en Tres Caídas son hasta los 8 años de edad y los más pequeños salen con un añito. El sistema de las papeletas de sitio con foto no obstaculiza la vigilancia paterna. Los progenitores siguen muy de cerca a su niño. Lo único que se evita es que los padres tengan que introducirse en el propio cortejo, pero ven de todos modos y de primera mano, el desarrollo de la procesión.

Los monaguillos son los únicos críos que van con la cara descubierta en la procesión y ocupan un lugar privilegiado pues van delante de los pasos.

Yolanda piensa que para ser una buena pavera hay que tener mucha paciencia e inventiva. Tres Caídas tiene cuatro. De esa inventiva pone como ejemplo a Inma, una de las paveras del paso del Señor que, para cada año se inventa juegos para tenerlos entretenidos.

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