Silencio, devoción y estrenos en una Madrugá inolvidable en la provincia de Huelva

Entrega y devoción esta Madrugá en la provincia de Huelva con unas hermandades que atrajeron a muchos cofrades en los distintos tramos de sus salidas procesionales.

La Madrugá de Aracena se desarrolló con éxito y con mucho público, todo lo contrario al año pasado, en la que Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura no desfilaron por las calles de su pueblo y, al igual que el resto de cofradías aracenenses, que no pudieron reunirse con sus fieles y devotos.

El Señor, obra de José Ribera, y la Virgen de la Amargura, de Antonio Illanes, comenzaron su estación de penitencia desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción a las 5:30, con un cortejo aproximado de 500 nazarenos. Mucha niebla pero sin una gota de lluvia hizo posible que se disfrutara la madrugada por completo. Muy recomendable fue la salida de noche, y la entrada por la mañana estuvo bastante concurrida.

Para este año, la Hermandad ha estrenado las potencias en metal plateado para el Cristo realizadas en el taller sevillano de Orfebrería Andaluza Hermanos de Los Ríos y donadas por la terna de mayordomo y diputados del año 2023. Igualmente, Nuestro Padre Jesús también ha estrenado un juego de gemelos de oro con el escudo de la Hermandad obra de la Joyería Arcos, de Sevilla. Por su parte, la Virgen de la Amargura ha estrenado un nuevo puñal en plata sobredorada y piedras semipreciosas realizado por Joyería el Toisón. Asimismo, la Verónica ha portado un nuevo paño con la Santa Faz, obra de Trinidad Fernández Valladares. Musicalmente acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena y por la Banda Municipal de Música de Aracena.

En Cortegana, el Cristo de la Buena Muerte, escultura tallada y policromada de Antonio Bidón Villar en 1939, salió desde la Parroquia del Divino Salvador a la 1:00 portado a hombros, procesionando con un estremecedor silencio que acompaña al crucificado durante todo su recorrido. Esta hermandad sacramental, sin ser cofradía de penitencia, organiza los cultos del Cristo y su salida.

El Santísimo Cristo de la Sangre de Zalamea la Real, obra del escultor y orfebre sevillano Antonio Bidón en 1939, realizó su estación de penitencia saliendo desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción a las 2 de la mañana, con bastante afluencia de público y con una entrada más solemne. Estuvo acompañado por el Trío de Capilla Sinai. El tiempo acompañó y al finalizar la procesión se instaló en la localidad una densa niebla.