Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Cuando llega el miércoles de ceniza, nace entre todos los cristianos y cofrades, una nueva ilusión por disfrutar de la Semana Santa. Pero para esta Procesión Jubilar, está ocurriendo de la misma manera. Los ‘jartibles’ de esto, comienzan a ponerse nerviosos a la espera del ilusionante 20 de septiembre.
Es por seguro que esta última semana va a ser un tiempo cargado de traslados y actos extraordinarios, debido a la cantidad de imágenes que harán su llegada a la ciudad. Es por ello que viviremos varios momentos históricos, que dejarán estampas que quedarán grabadas en los libros de historia. Un tiempo para saber disfrutar entre hermanos, amigos y familia.
Con la llegada del ansiado día, el trabajo en las hermandades solo hace crecer. Aunque las cofradías trabajan durante el año, es comenzar la cuenta atrás de esta última semana y el trabajo se intensifica para llegar con todo correcto a la Procesión Jubilar Magna Mariana. Las labores de secretaría, papeletas de sitio, preparación de enseres y los trabajos del grupo de mayordomía o priostía, son algunas de las faenas que cogen importancia en esta fecha.
Los trabajos de mayordomía o priostía, podríamos considerarlos como de los más importantes en una cofradía. Aunque se trabaja entre las bambalinas de la hermandad, este grupo tiene una labor muy importante. Un grupo de priostía se encarga de la custodia, conservación y administración de todos los bienes no monetarios, efectos y enseres de la hermandad. Este grupo normalmente solicita presupuestos de las reformas y adquisiciones que se propongan a la junta de gobierno. Así mismo lleva al día el inventario de bienes y enseres constatando las bajas y altas de estos.
De la misma manera se encargan del montaje y exorno de los altares de cultos organizados por la hermandad, así como del montaje y desmontaje de los pasos procesionales, controlando que el traslado de las imágenes se haga con el máximo respeto.
Viendo todas las labores que hacen, queda claro que su trabajo está aumentando de manera considerable durante este tiempo, hasta la llegada del 20 de septiembre.
Al igual que la llegada de la cuaresma, el costalero marca estas fechas de color rojo en el calendario. Con esta cuenta atrás las cuadrillas están listas, pero han pasado por esos largos y calurosos ensayos para esos hombres que tendrán el inmenso honor de llevar el lema de ‘Huelva, Ciudad Mariana’, a cada esquina de las calles de la capital.
Los ensayos de las cuadrillas de costaleros ya han finalizado, pero durante esos días uno se ha podido encontrar hasta con cuatro ensayos de distintas hermandades, a la misma fecha y hora.
Estos han tenido una creciente afluencia de público. Aún siendo una simulación del día de salida, los ensayos se han vuelto a convertir en eventos sociales, donde son capaces de congregar a decenas de personas, que van para ver el trabajo elegante de las cuadrillas.
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