LAS Tres Caídas es cofradía señera de la Semana Santa onubense. Huelva lo sabe y la recibe reconociéndole año tras año esa categoría.

En este Lunes Santo el Polvorín se dio cita para despedir a la segunda cofradía que sale del Sagrado Corazón. Eso es algo indispensable para quien quiera contemplar cómo se hacen las cosas con buen sentido cofrade y quiera deleitarse desde el punto de vista estético.

La amplitud del templo del Sagrado Corazón se ve muy aminorada estos días por la presencia de los seis pasos que salen de esta iglesia durante los días de la Semana Mayor. De este modo, su interior se convirtió en un ir y venir constante de penitentes preparándose para la salida procesional en la que una vez más, se incorporó una representación de la Hermandad filial de Montemayor que también tiene su sede canónica en el Polvorín. Momentos antes de que las puertas del templo se abrieran, se procedería a la realización de las primeras levantás tanto del paso de misterio como del paso de la Virgen del Amor. Fue cuando se hicieron patentes dos importantes efemérides y que además coincidían en el hecho de que se trataba de dos cincuentenarios: el nombramiento de la Guardia Civil como hermana honoraria y el del paso del cortejo por la Vía Paisajista.

Para el primero de los casos, acudió al Sagrado Corazón una representación de la Benemérita que acompañaría a la cofradía durante todo el trayecto. La segunda levantá, la del palio del Amor, la realizó Manuel Morón que fuera además hermano mayor de las Tres Caídas. Morón la realizó en nombre de la primera cuadrilla de costaleros que subió la Vía Paisajista conocida hoy como Cuesta de las Tres Caídas. Lo que comenzó como un atajo en la recogida hacia Isla Chica se convirtió pronto en uno de los momentos culminantes de la Semana Santa onubense por su espectacular chicotá y que anoche volvió a congregar a un gran número de personas. También fue espectacular la salida del paso de palio del Amor desde el Sagrado Corazón de Jesús. Como ocurre a todos los palios que parten desde este templo, los costaleros han de sacarlo de rodillas lo que hicieron con habilidad. Una vez el paso estaba sobre la rampa, se podía ver la belleza del rostro de la Virgen del Amor y el bello exorno de flores blancas que la acompañaba. Todo ello bajo unos rayos de sol que además de elevar notablemente la temperatura de la tarde, sacaban todas las tonalidades y hermosos detalles de un palio espléndido.

Uno de los atractivos de la cofradía fue contemplar el estreno de una de las figuras del misterio: el cirineo que fue presentado el pasado jueves a todos los hermanos.

Además hubo otro estreno pero de carácter inmaterial: la marcha Caídos, de Jesús Quintero y que fue interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

La recogida fue un año más, un regocijo en Huerta Mena y últimos metros del recorrido. Todo ello fue un bello colofón para el Lunes Santo.