Hermandad del Calvario de Huelva 2019

Recogimiento y silencio en el procesionar por las calles del centro

  • La imagen de María Santísima del Rocío y Esperanza luce un fajín de teniente general. Música de capilla delante de los pasos

El paso de palio de María Santísima del Rocío y Esperanza sale de la iglesia.

El paso de palio de María Santísima del Rocío y Esperanza sale de la iglesia. / Alberto Domínguez (Huelva)

Recogimiento en el caminar de la Hermandad del Calvario por las calles del centro de Huelva, un procesionar marcado por la sobriedad que caracteriza a la cofradía, que cierra la Carrera Oficial el Lunes Santo. Alas nueve de la noche se abrieron las puertas de la Iglesia de Jesús del Calvario y al salir la cruz de guía del templo se hizo el silencio en la calle, sólo roto por la música de capilla, de los tríos que iban precediendo a los pasos, y por las saetas.

La cruz de guía fue avanzando por la calle Jesús del Calvario, abarrotada de personas, que se fueron congregando en torno a la iglesia para poder ver la salida de la cofradía. La primera saeta fue para el Cristo, cuando el paso estaba a punto de abandonar el templo.

Un cuarto de hora más tarde salió el paso de palio. La imagen de María Santísima del Rocío y Esperanza lució un fajín de teniente general, donado por una familia, que reside en Madrid, cuyos miembros son hermanos del Calvario y acompañan a sus titulares el Lunes Santo por las calles de Huelva.

Las primeras levantás tuvieron lugar al mediodía, tras la misa de doce, para ello se procedió a encender la candelería del palio y los faroles del paso del misterio. La primera levantá del paso del Cristo la realizó Juan Francisco Martín y la del palio, Francisco José Román, en un acto que contó con la presencia del alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y del saetero Manolo Batista, que cantó una saeta a cada uno de los titulares de la hermandad mientras los costaleros iban levantando lentamente los pasos. Se comenzó con el de misterio y se continuó con el de palio.

Las ofrendas de flores a Jesús del Calvario y a María Santísima del Rocío y Esperanza por parte de administraciones, hermandades, entidades y ciudadanos de a pie se sucedieron a lo largo de la mañana.Éste es “un año de despedida” para el hermano mayor, Estéfano Molín, tras ocho años al frente de la cofradía. Molín deseó a los hermanos, devotos y cofrades que disfrutaran de la estación de penitencia “con el recogimiento que el Calvario sabe llevar a la calle”.”

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