Rancio y Guasa: ¡Cofrades, volvemos a la carga!
Diálogos cofrades
GUASA: Quillo, Rancio, vente pa Huerva ya, que hasta el Toni ha hecho el reportaje de la vuelta desde la playa. ¡Que ya empieza el tema güeno!
–RANCIO: Tú déjame a mí en mi ría de Punta Umbría, que todavía hasta el día de los Difuntos es verano en Huelva. Y tú qué tal, Guasa… ¿Cómo ha ido ese reconfortante verano? ¿Alguna novedad cofrade?
–Guasa: Pues mira… Yo pasando algunas tardes de pesca en El Espigón con los colegas, y sí, algunas cositas cofrades he hecho. Por ejemplo, fui a ver a la Victoria, que la había vestido Juanito Robles, por primera vez. ¡Estaba guapísima, radiante, Reina…!
–Rancio: Hombre, yo también estuve por Huelva, que quería ver a la Esperanza en su traslado triunfal pasar por la Puerta Santa y ganar el Jubileo.
–Guasa: Ojú, qué tío más beato. Seguro que también estuviste el 7 de septiembre en la procesión de La Cinta.
–Rancio: Pues no, mira. No me agrada mucho esa procesión solemne. Prefiero la Bajada, ver cómo amanece desde El Conquero al son de los campanilleros, mientras se ilumina su carita con los primeros rayos del sol y sentir cómo Huelva arropa con devoción filial a su patrona.
–Guasa: La verdad es que la procesión del 7 no echa gusto a ná. Yo prefiero la Subida como toda la vida, el pueblo cantando en los balcones y las cornetas de la Banda de las Mercedes soplando unas buenas marchas para esa veterana cuadrilla de arte.
–Rancio: Ya estamos con lo mismo otra vez, Guasa. Seguro que estás deseando que lleguen las extraordinarias previstas, aunque yo, personalmente me quedo con la tradición y elegancia de la Virgen de la Merced, que espero este año con atención, porque tienen nuevos priostes.
–Guasa: Hombre, de la extraordinaria del Valle espero poco porque esa gente también son unos sositos, pero el rosario de la Virgen del Amor estuvo guapo… Aunque a esa gente parece que le han cogido manía desde arriba. Todos los proyectos que sacan, se los paran. ¡Esa Virgen ya tenía que estar coronada!
–Rancio: A este paso presumiremos de pertenecer a una hermandad cuya titular mariana no esté coronada. Mira, curiosamente la de los Dolores de la Catedral de La Merced sí que debía estar coronada desde hace tiempo. A ver si la nueva Junta se atreve.
–Guasa: Bueno, Rancio, todavía no me has dicho qué haces hoy por el centro de Huelva con la carpeta azul de gomillas, cateto.
–Rancio: Pues mira, arreglando unos asuntitos de la caseta de la Feria del Caballo, que este año nos han dado una al grupo de la playa, y le hemos puesto Al trote por el camino de Emaús. A ver si te pasas y te tomas una manzanilla, miarma.
–Guasa: Ufff… Pues no va a poder ser, Rancio, que aquello es todo muy pijo. Además, no hay casetas de entrada libre de cofradías como en Colombinas y ni siquiera hay cacharritos para montar a los críos. Mal, muy mal. Y el remate: no perdono a Nacho Molina que no le dé una caseta a la Hermandad de La Lanzada.
–Rancio: ¿Por qué a la Hermandad de La Lanzada, Guasa? ¿Por su obra social en Las Colonias? ¿Por su cercanía al recinto?
–Guasa: ¡Hombre, por el buen caballo que llevan en el paso!
–Rancio: ¡Ay Dios mío, qué ocurrencia! Te dejo, que voy a recoger la camisa para el Choquito a Artesanos Camiseros, que también es buen cofrade de hermandad equina quien la regenta. ¡Nos vemos pronto, querido!
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