Es uno de los personajes más característicos de la Semana Santa, como hermano de la Misericordia ha ocupado este cargo del que dice imprime carácter.
-¿Cómo surge en la Misericordia la figura del muñidor?
-Desde nuestro espíritu tradicional queríamos buscar algo antiguo de las cofradías, que pudiera abundar en la sobriedad y marcara más silencio en la calle.
-¿Desde cuándo en este personaje?
-Coincidió que por razones de trabajo me tuve que ir a Sevilla, así que dejé la junta y esta me propuso salir de muñidor en 1991.
-¿En qué se fija este muñidor?
-En la Hermandad de la Mortaja de Sevilla, me puse en contacto con el muñidor para conocer más de cerca al personaje.
-¿Cómo se marca tan rítmicamente el paso?
-Tuve que empezar ensayando en mi casa y busque una cadencia propia. Son diez pasos, aludiendo a las diez avemarías del rosario y toco por un padre nuestro.
-¿Cómo es el movimiento del muñidor?
-Cuando empieza a andar el paso yo ando y cuando para yo paro.
-¿Cómo es la campanilla?
-Se trata de una esquila doble que la subo y bajo para que suene.
-¿Cómo se acoge en la calle la presencia del muñidor?
-El primer año lo pasas mal. Nadie conoce esta figura y se acerca la gente a preguntar y hay que ir en silencio. Intento abstraerme en la calle, mirando siempre al frente, andando en señal de un cristo vivo que es nuestro camino por eso miramos al frente.
-¿Pero le da mucha seriedad?
-Sí, es mi forma de ser, soy de carácter serio, se aguantar la risa.
-¿Algún problema ?
-En el primer año a la vuelta pro Gines Martín hacia la catedral llegaron a intentar agredirme porque venían a preguntarme los de la movida y no les contestaba.
-¿Qué otras funciones tiene?
-En la hermandad hemos querido darle toda su dimensión y es el que llama a los hermanos a ocupar su sitio en el cortejo, también escribo en el boletín y marca las directrices formativas en la hermandad y el que interpela a los hermanos.
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