Semana Santa

Las mujeres reclaman el sitio que les corresponde en la Semana Santa

  • El trato y el lugar que le dejan es el mismo que se refleja en la sociedad actual, no acorde con su valía

  • El techo de cristal se llega a notar mucho más en las hermandades

La Semana Santa es un mundo de hombres en el que a la mujer no le ha sido fácil entrar; pero, por otra parte, no debe contribuir a hacer este más machista quedándose a un lado. Unas hermandades que todavía tienen su techo de cristal y en el que las mujeres reclaman su lugar, como destacan las contertulias del encuentro de El Aguaó de esta semana de tanto protagonismo del Día de la Mujer. En la actualidad su presencia en las juntas de gobierno es mínima, en la mayoría de ellas sin ser de gran responsabilidad, y en algunos casos es nula, como en la junta del Consejo de Hermandades y en el pleno, con participación muy puntual de alguna mujer. Sin embargo ellas son las que sostienen la transmisión de la fe y las costumbres cofrades en su casa y las que hoy día hacen posibles las salidas procesionales,porque son las que nutren los cortejos y, además, las que los organizan como diputadas de orden e incluso de gobierno.

Rosa Cabello ha sido la única mujer hermana mayor de una cofradía de penitencia de Huelva capital, en la Sentencia. Recuerda la primera vez que llegó al pleno del Consejo, hubo quien dijo: "bueno señores, ahora habrá que tener cuidado con lo que se habla, tenemos aquí a una mujer", "se refería también a extremar la educación".

Maru Flores reconoce que hay cargos destinados siempre a los hombres, cuando en verdad también los pueden desempeñar las mujeres. Ella lo demostró durante ocho años como prioste de la Hermandad del Nazareno. "Una parcela cofrade donde en verdad se hace hermandad y se necesita a muchas personas colaborando, contaba con 23". Era mirada más que con lupa, pero "no tuve nunca problema para cargar con unos varales desde la casa de hermandad a la iglesia, ni para asegurar una candelería". "Hubo -dice- quien me preguntó que si yo me iba a poder subir a un paso y le dije que lo mismo que lo hacía en la escalera para limpiar la cocina, que la diferencia es que cambiaba aquí el estropajo por la llave inglesa".

Para ocupar los puestos en la junta de gobierno la mujer tiene que hacerlos compatibles con su labor de madre y si se hace tarde tras la reunión, "el hombre al final es menos discutido al llegar a casa", señala Cinta Ortega.

Para la mujer es todo un sobre esfuerzo, entiende Maru Flores, porque "tiene que compaginar el rol de madre y, para ello, es importante que tu pareja te apoye y más si tienes niños pequeños".

Maru Flores considera que el trato y el lugar que le dejan a la mujer en la Semana Santa refleja el que le da la sociedad actual, que es un mundo de hombres, donde todavía se hacen necesarias grandes conquistas. "En algunos montajes felicitaron al prioste segundo y no a mí; es un mundo machista", en el que asegura que "se tiene más apoyo de los mayores que de los jóvenes".

Carmen Córdoba lamenta que en las juntas de gobierno la participación de la mujer sea mínima, "a lo más dos o tres miembros, a las que se les dan siempre los cargos de vocal de culto o de caridad, porque entienden que es lo más simple, cuando tienen una gran importancia". "La entrada -añade- de la mujer en las juntas es mínima, lo tienen que hacer por una rendija".

Cinta Ortega dice que en el caso de la mujer, están en las juntas de gobierno "porque valemos y no es fácil abrirse paso". Habla de las miradas que recibió cuando llegó por primera vez a una junta de gobierno, "la única razón, porque era mujer y joven". Se dio el caso de que pudo acceder a la secretaría porque falló el titular. Entiende que el techo de cristal en las hermandades se nota más que en la sociedad.

Carmen Córdoba incluso llega a apuntar que se refleja con más intensidad en las hermandades más antiguas que en las nuevas.

Rosa Cabello asegura que en los barrios se vive todo de una manera muy distinta, "hay una participación más efectiva de la mujer". Barrios que consideran a la cofradía como parte suya y es que en la mayoría de los casos, la presencia de la hermandad es una necesidad "que aporta a la vida del mismo y más en aquellos donde el día a día no es fácil", añade.

Maru Flores lamenta que hay hermandades "en las que a las mujeres las tienen como jarrones e incluso lo más lamentable es que hay juntas de gobierno a las que todavía no han podido acceder".

Ninguna de las contertulias es partidaria de la cuota, "es algo muy triste y de pena", vienen a coincidir; porque la mujer hoy en el siglo XXI tiene el mismo derecho que cualquier hombre a formar parte de una junta de gobierno, pertenecen a asociaciones católicas en las que todo el mundo es igual, donde no debe existir discriminación alguna.

Cinta Ortega es de las que opinan que el lugar en las juntas de gobierno "tiene que ser por la vía de la capacidad, no por cuestión de cuota; el problema es que te dejen demostrarlo, no hay que ir reclamando la paridad, pero sí el sitio que la mujer se merece hoy día en las juntas de gobierno".

Maru Flores dice que "las mujeres en estos casos somos muy dadas a culparnos y tenemos que ser guerreras".

Se lamentó en la tertulia que en la larga historia del pregón oficial de la Semana Santa sólo ocupara esta tribuna una mujer. Carmen Córdoba va más allá y apunta que "no sólo el pregón, también la realización del cartel oficial se le puede encargar a una mujer".

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