La magia de la Magna Mariana conquista el Barrio Obrero
Los vecinos y vecinas de Huelva se reencuentran en los talleres de decoración para la procesión del 20 de septiembre
Ilusión, ganas y muchas horas de ensayo: así se preparan los Tamborileros de Huelva para la Magna Mariana
No es una competición. Nadie se mide por su edad, ni por el barrio al que procede. Tampoco consiste en tener un don: el que sepa coser, que cosa; el que sepa dibujar, que dibuje. "Y el que no sepa hacer ninguna de las dos, que haga lo que quiera". Gracias a esa filosofía, impulsada por la Asociación Cultural Victoria del Polvorín, el Barrio Obrero se ha convertido recientemente en un hervidero de color, de creatividad y de regalos con motivo de la Magna Mariana.
Lo que empezó como una simple idea impulsada desde la misma asociación —una organización muy vinculada históricamente a la hermandad de la Victoria— se ha transformado en un movimiento vecinal que ha llenado uno de los barrios más característicos de la ciudad de tradición y de compañerismo. "La tarde la pasamos entre costuras, vídeos de nuestra Virgen, meriendas y vivencias", añadía Victoria Romero, camarista de la Virgen.
Aunque el fin es decorar el recorrido de la procesión, el camino es lo que realmente disfrutan: "Son los ratitos de convivencia los que son inolvidables, con todo el mundo junto e ilusionado", cuenta Alejandro Durán, presidente de la Asociación Cultural Victoria del Polvorín. "Allí, todo el mundo aprovecha para traer algo para comer. Parece un taller de cocina".
La primera semilla del proyecto "Juntos por la Victoria", nacido en el seno de la organización y presentado a su junta de gobierno, florecía superando todas las expectativas antes del verano. "Desde el primer momento la hermandad lo acogió con los brazos abiertos, y no solo eso, sino que se puso a trabajar de inmediato", explican desde la organización.
La iniciativa, que partía con "buena base", se vio reforzada gracias a la implicación de una institución clave: el Puerto de Huelva. "Contar con su patrocinio y colaboración nos ha dado un impulso fundamental", asegura. Desde entonces, se iniciaron reuniones abiertas por distintos puntos del recorrido procesional, convocando a vecinos de Isla Chica, el Barrio Obrero o Matadero.
"Desde la primera reunión tuvimos muy buena acogida, vinieron entre 50 y 60 personas, algo que no esperábamos", recuerda. Esos talleres iniciales y encuentros afianzaron la idea, que se ha convertido en la ilusión del día a día de muchas personas que se reúnen en la casa hermandad del barrio cada martes y jueves. "Ese espacio se ha transformado en nuestro cuartel. Lo más bonito es ver cómo los vecinos lo sienten suyo. Las puertas están siempre abiertas y eso crea comunidad", detalla.
Todo un orgullo para la Asociación de Vecinos del Barrio Obrero. "Estamos encantados de la vida sana y alegría que traen todas las asociaciones y hermandades que hemos conseguido atraer a la asociación", decía Manuel Domínguez, presidente de la misma.
El objetivo principal del proyecto es engalanar todo el recorrido de la Virgen en la Magna. En un principio, el plan se centraba en las calles Puebla de Guzmán y Aviador Ramón Franco. Sin embargo, el entusiasmo de los participantes y vecinos ha provocado que el alcance del proyecto se haya expandido. "La calle Aviador Ramón Franco se va a adornar entera, y ahora hemos ampliado también a Miss Whitney. Además, como la Virgen pasa por la Escuela de Arte, el grupo joven va a decorar esa zona", cuenta.
El Barrio Obrero, zona cero de los trabajos, también tendrá un importante protagonismo en la colocación de banderolas y adornos en farolas. "Por supuesto, el gran colofón será Puebla de Guzmán. Esa calle tiene que lucir como nunca", adelanta Durán.
El trabajo ha sido constante, con reuniones y talleres todos los martes y jueves. "Ya estamos intensificando porque nos estaba pillando el toro", bromea. "Pero hemos hecho un 180% más de lo que nos propusimos al principio". Lo más destacable es la diversidad de quienes se han sumado. "Al principio eran sobre todo mujeres de mediana edad cosiendo banderines y telas, pero ahora hay de todo: niños, jóvenes, el grupo joven de la hermandad… tenemos la calle G prácticamente invadida, y es maravilloso".
La fase de preparación ya entra en su recta final. "Esta semana terminamos los talleres y justo después de la Cinta empezaremos a colocar los adornos. Además, durante la semana de la Cinta habrá una reunión con las asociaciones de vecinos de Santa Ana y Matadero para ultimar detalles y animar a más vecinos a unirse", concluyen. Pancartas, banderillas, gallardetes —y decenas de dulces caseros— hacen más amena la cuenta atrás.
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