Desamparados

Ante el largar místico del paso de la Redención

  • La cofradía de la iglesia de Cristo Sacerdote volvió a salir de la Concepción

Entre la algarabía del Domingo de Ramos se iba abriendo camino la Cofradía de la Redención. Por esas mismas calles por donde había discurrido la cofradía de los niños, la de la ilusión y las palmas, se adentraba como queriendo adelantar la escena de dolor de la calle de la Amargura, la cofradía de silencio.

Llegaba tras su salida de la parroquia de la Concepción a la calle Mora Claros. A su paso por el palacio de don Antonio y doña Pepita, que ahora celebra su primer centenario, uno no se puede abstraer a recordar lo perdido y que de alguna forma evoca con tintes muy distinto esta cofradía. Era cuando la Virgen de los Dolores, la de la VeraCruz, en la estampa de soledad tras la recogida del Santo Entierro salía a la calle y aquí le cantaba motetes el señor Castañón, y le acompañaba una orquesta con el Staba Mater.

La reinventada cofradía romántica de la Redención fue ofreciendo escenas sacadas de otros momentos que formaron parte de una Semana Santa que ahora buscan acercar en el Domingo de Ramos.

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