Una inversión para toda la vida
La túnica suele costar unos 250 euros Casi todas las hermandades tienen recursos para facilitar el acceso al hábito La Esperanza es la única cofradía envuelta en cambios en el diseño


No están atadas a las modas y las tendencias se producen de una manera muy atenuada. Sin embargo, no se entendería un cortejo procesional sin su cuerpo de nazarenos adecuadamente vestidos. La túnica es una seña de identidad, de pertenencia a una determinada cofradía. Los más entendidos, incluso, podrán extraer más información. Con examinar los distintos componentes de la túnica, sacarán muchos datos acerca de la hermandad en cuestión.
Afortunadamente en Huelva como en el resto de Andalucía, hay, aparte de la devoción, una preocupación estética que le da a las procesiones una brillantez inigualable.
Estas semanas son de una gran actividad en aquellos establecimientos y profesionales que se encargan de realizar las túnicas o de arreglarlas. Blas Pérez, de la tienda cofrade Cuaresma explicó que "hay gente muy previsora que una vez que ha terminado Navidad ya se empieza a preocupar por la túnica" aunque no suele ser lo habitual. Este año tiene algunas connotaciones especiales ya que se cuenta prácticamente, con un mes menos para tenerlo todo dispuesto, a causa de lo pronto que vienen los días procesionales de manera que no será difícil que se surjan las apreturas de última hora.
Para esta Semana Santa, el precio completo del hábito nazareno gira en torno a los 250 euros. El más caro asciende hasta los 350. A ello habrá que sumar algún detalle como la medalla de la hermandad en cuestión. La cofradía más barata es el Nazareno. Es relevante que no haya diferencias en el coste si se refiere a una hermandad situada en una zona humilde de la ciudad o a otras que se ubiquen en enclaves más céntricos en donde se supone que el nivel adquisitivo es superior.
Se trata, en definitiva, de una inversión casi de por vida ya que, todas las fuentes consultadas, coinciden en que si la túnica se cuida puede durar mucho tiempo. En Huelva, el tejido más utilizado es la sarga. En cuestión de capas, el raso aparece en alguna que otra pero es un tejido que ha ido desapareciendo. El terciopelo es prácticamente inexistente en las cofradías onubenses.
Solo la Esperanza se encuentra en un proceso de cambios que culminarán en 2022. Es la única modificación significativa del mundo cofrade de la capital en los últimos años y se centra en el morrión que pasa a ser de terciopelo y en los colores de la capa de raso.
Para quien le parezcan fuera de sus posibilidades los precios, las hermandades se han movilizado para que este aspecto no suponga un handicap para que algunos cofrades se queden sin hacer la estación de penitencia. En casi todas las hermandades, Esperanza y La Salud como ejemplos, existen bancos de túnicas para quienes no pueden adquirir una. En éstos hay distintos sistemas de funcionamiento como pueden ser el alquiler, la venta a precios más módicos o la simple cesión para el día de la procesión. Tal y como señaló un cofrade de la Hermandad de San Francisco, "de hecho, el que los penitentes se compren el hábito es una práctica recientemente nueva, ya que en otros tiempos las túnicas eran propiedad de la hermandad".
La larga duración de estos hábitos, el que se hereden entre los miembros de una familia y las bolsas de las hermandades hacen, por lo tanto, que sea más bien fácil que un cofrade pueda salir para hacer su estación de penitencia. Una prueba de ello es el hecho de que si uno quiere ver por internet, en las páginas de segunda mano, cuánta oferta hay de túnicas a la venta verá que es bastante escasa.
Las nuevas tecnologías también ayudan a las tiendas tradicionales. En Cuaresma, "recibimos encargos de personas que viven fuera de Huelva y que quieren tener la túnica preparada para cuando vengan a Huelva a salir con su procesión. Gracias a los recursos que ofrece internet, la tienda puede ir preparando, con bastante exactitud, el hábito para que le quede bien a la persona en cuestión".
También hay otros establecimientos en Huelva con bastante tradición cofrade y que ayudan al penitente en lo que respecta a su vestuario. Ese es el caso del de Vieira. Hay otros, en el centro, que venden las distintas telas -también lo hacen algunas hermandades- y ya es cosa de cada uno, en particular o a través de las hermandades, buscar las modistas que hagan el trabajo. Eso es lo que ocurre, justo en estos días, en el taller de bordadoras de la Esperanza que se encuentra arreglando túnicas.
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