La ilusión da fuerzas a la cofradía de La Orden

HUBO que esperar una hora, pero mereció la pena. La verdad es que a las 15:00, cuando el cortejo de El Perdón se estaba formando en el interior de la parroquia de Santa Teresa de Jesús, se oía la lluvia en el exterior. Eran momentos sumamente complicados en los que las decisiones adquieren una gravedad casi insoportable. La cofradía de La Orden tiene once horas de estancia en la calle y hay que mirar muy detenidamente los pros y los contras. El ambiente en Santa Teresa de Jesús era formidable. Es una hermandad en la que esa palabra coge forma y a todos sus penitentes se les nota una ilusión especial por ir hasta el centro de la capital para efectuar su estación de penitencia.

La diputada mayor de gobierno, María José Antero, anunció a las 15:25 el propósito de esperar media hora a ver cómo evolucionaba la situación meteorológica. Esa media hora se vio prorrogada hasta las 16:30. Cinco minutos antes, el hermano mayor, Carlos Castañeda, anunciaba la intención de realizar la estación de penitencia. La noticia fue recibida por aplausos de buena parte de los nazarenos, así como del público que se había congregado en el exterior del templo cuando vio cómo las puertas de la parroquia se abrían.

Es una enorme ilusión la que acompaña a estos nazarenos cuando salen en procesión y eso se notó, de manera destacada, en el desarrollo de su recorrido hasta el centro. Pero antes de salir, la camarista de la Virgen de los Dolores, Inmaculada Chávez, fue la encargada de realizar la primera levantá. Con este acto también se le quería reconocer su labor en las dalmáticas que El Perdón estrenaba junto al guión sacramental y el escudo del pertiguero.

El bello y coqueto paso, escoltado por dos efectivos de la Policía Autonómica, llevaba un completo exorno floral compuesto por rosas rojas, cardos, lirium, iris morados, antirrinum, espinos y cardos. Los costaleros, dirigidos por David Hidalgo y Pedro Barroso, llevaban un lazo verde que "simboliza la esperanza", puntualizaba Hidalgo. La razón está en que la cuadrilla está promoviendo diferentes actividades para recaudar fondos a favor de la hija de uno de los costaleros, que padece una enfermedad.

Desde el momento en que la Banda de la Santa Cruz empezó a entonar La Marcha Triunfal, y con esta marcha todo su repertorio, El Perdón tenía el propósito de disfrutar de esta magnífica oportunidad que se le abría para realizar la estación de penitencia. Un cielo cada vez más abierto confirmaba la decisión tomada y la cofradía se propuso recuperar esa hora de retraso con la intención de alcanzar la carrera oficial según el horario establecido: 19:20.

Con esta intención, los cofrades empezaron su marcha de manera que la comitiva se encontraba en el Humilladero justo una hora después de la salida y la cruz de guía llegaba en la Placeta a las 19:20, haciendo un tanto de lo mismo el paso, 20 minutos después.