La Huelva mariana vivirá con emoción una jornada histórica

Llegó el día más esperado. Casi dos años de emoción contenida desde que la Diócesis de Huelva anunciara su celebración. Algunos más de ilusión de futuro, soñando con la posibilidad de vivir un acontecimiento que nos narró la generación anterior. Ahora, hoy, este sábado 20 de septiembre entra en la historia como el día de la Procesión Magna Mariana de Huelva, el día del reencuentro en una provincia plena de devoción a María, y en una capital onubense que también es oficialmente Ciudad Mariana hace unos meses.

El papa Francisco abrió la puerta a este regalo del que disfruta hoy la provincia de Huelva y la Andalucía marianas con la proclamación de 2025 como Año Santo Jubilar, con el lema Peregrinos de la Esperanza. Pretendía el Santo Padre que fuera este Jubileo una oportunidad para profundizar en el amor a la Virgen María. Y por eso, quizá nada mejor que Huelva, tierra mariana por excelencia, para que así se refrende este año con la explosión de júbilo que será esta procesión magna.

Las previsiones apuntan a que 100.000 personas se echarán a las calles de la ciudad este sábado. Las más optimistas incluso elevan esa cifra. Lo que sí es seguro que Huelva será más capital onubense que nunca acogiendo a sus hermanos llegados de todas las comarcas. Vendrán de la mano de María en sus advocaciones más populares.

Todas las vírgenes coronadas de la provincia y las de las hermandades sacramentales de la capital. Todas, 24 en total, se unirán en un mismo cortejo a su paso por el Recorrido Oficial en el centro urbano de Huelva, donde confluirán procedentes de diez templos e impulsadas por el amor de sus hijos, en una máxima expresión de devoción y fe de la que ya hemos vivido un adelanto en los días previos. Ofrecerán un carácter único, una sola identidad mariana, que tiene esta provincia, para hacer de ésta una jornada de sábado histórica.

La Diócesis de Huelva y el Consejo de Hermandades y Cofradías se han unido para hacer todo esto posible. Así se ha conseguido una gran representación. Falta la Virgen del Rocío, aunque ya sabemos que la Patrona de Almonte tiene una dimensión que requiere capítulo aparte. La Virgen estará obsequiando a sus fieles su gracia este 20 de septiembre. Y lo hará en 24 advocaciones.

María será hoy Nuestra Señora de la Paz, de la Hermandad de los Mutilados. María será Nuestra Señora de los Dolores, de la Hermandad del Perdón. Será María Santísima de los Dolores, de la Hermandad de los Judíos. Será Nuestra Señora de la Salud, de la Hermandad de la Salud. Será María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos, de la Hermandad de la Sagrada Cena. Será María Santísima de la Amargura Coronada, de la Hermandad del Nazareno; María Santísima del Refugio, de la Hermandad de Pasión; Nuestra Madre y Señora de los Dolores Coronada, de la Hermandad de Vera+Cruz y Oración en el Huerto; María Santísima de la Victoria Coronada, de la Hermandad de la Victoria; Nuestra Señora de la Esperanza Coronaza, de la Hermandad de San Francisco.

También será María Auxiliadora Coronada, de La Palma del Condado; Nuestra Señora de la Estrella Coronada, de Chucena; Nuestra Señora del Valle Coronada, también de La Palma; Nuestra Señora del Mayor Dolor Coronada, de Aracena; Nuestra Señora de los Remedios Coronada, de Villarrasa; la Santísima Virgen de la Peña Coronada, de Puebla de Guzmán; Nuestra Señora del Socorro Coronada, de Rociana del Condado; Nuestra Señora la Reina de los Ángeles, de Alájar; María Santísima en su Soledad Coronada, de Ayamonte; Nuestra Señora de los Milagros Coronada, de Palos de la Frontera; Nuestra Señora de las Angustias Coronada, de Ayamonte; Nuestra Señora de la Bella Coronada, de Lepe; y Nuestra Señora de Montemayor Coronada, de Moguer.

Y María será también Nuestra Señora de la Cinta Coronada, luz de la Diócesis, Patrona de Huelva y anfitriona en las anteriores magnas marianas, que volverá a presidir la procesión en este mes de septiembre, su mes, más especial que nunca, con un nuevo capítulo por venir el día 26, cuando regrese a su Santuario en el Conquero.

La procesión estará inspirada, como ya se explicó desde el Obispado, en los dogmas y privilegios de la Virgen reflejadas en las letanías lauretanas, una oración cristiana que invoca a la Virgen con diversos títulos y atributos.

Cada imagen mariana representará una de las invocaciones de las letanías, resaltando así la riqueza y la variedad de la devoción mariana en Huelva. Será el rezo que detenga la marcha de cada hermandad ante el palco presidencial en la Plaza de la Constitución, razón de ser de esta magna.

Cuando salga la Virgen Chiquita y todas las precedentes del Recorrido Oficial, la atención se trasladará a esos caminos de recogida que repartirán de nuevo la devoción mariana por toda la ciudad.

Éste será un momento para el disfrute, para prolongar un poco más la jornada plena de emoción y regocijo por ser partícipes de un acontecimiento histórico. Un momento para que, como quienes fueron testigos de aquella magna de 1954, se guarde en la memoria y se cuente en años venideros a próximas generaciones.

Habrá que lidiar con el calor, que ya será menos este sábado. No sucederá al menos lo de 2013, cuando la lluvia truncó el sueño onubense de vivir otra gran procesión magna extraordinaria. Todo está de cara para disfrutar de estas horas, más de once (seguramente algunas más), y con la corrección debida, viviendo el momento como hermanos, sin incidencias entre la multitud y con ese espíritu de amor a la Virgen.

Desde la Diócesis se agradecía hace unos días “la implicación y el esfuerzo de las hermandades, así como la colaboración de las instituciones locales, para la celebración de esta jornada de fe y unidad”. Porque esta Magna Mariana de 2025 “pondrá en valor la devoción mariana de la provincia y la riqueza de sus tradiciones religiosas”. Ahora sólo queda acompañar a la Virgen y que como único pueblo caminemos unidos junto a Ella.