Huelva amanece ilusionada con la bajada de su Virgen de la Cinta

'La más chiquita’, como la llaman los que la quiere, ha emprendido su camino en este Año Santo Jubilar. Aún bajo la luz de la luna llena, allá en el barrio de La Orden, un pueblo entero acompañaba a su Patrona hasta la Santa Iglesia Catedral de Huelva. Cientos eran los devotos que en la Plaza de los Capellanes aguantaban sitio para verla salir bajo un cielo aún sin iluminar.

Con la brisa de la mañana, las farolas encendidas y el canto de los pájaros anunciando un nuevo día, la Virgen de la Cinta aguardaba en el interior presidiendo la Misa al Alba. De manera puntual, a las 6:50, la Patrona de Huelva salía del Santuario bajo esas benditas manos que la acercan al templete que no sólo la cobija, también aguarda miles de promesas que la acompañan hasta Huelva.

La Virgen ya estaba en su paso, y José Ramón Romero - JR para los amigos - llamó a sus hombres para emprender el andar de toda una ciudad. Con un golpe seco al llamador, la Patrona ya estaba arriba y empezaba su camino. Muchos eran los teléfonos móviles que dentro de sus memorias, no querían dar por perdido el momento que estaban viviendo. Y de esa manera, junto al Coro de los Campanilleros, 'la más chiquita’, salía por el bendito y bajo arco del Santuario.

El ambiente vivido alrededor a su paso volvía a ser único. Con un andar decidido y los costeros escoltados por devotos, la Virgen hacía su llegada al Convento de la Hermanas Oblatas, para después poner rumbo hacía el Paseo Marítimo, en búsqueda del Humilladero. Allí una tímida luz del sol empezaba a relucir en ese bendito paso de plata y la mañana empezaba a coger forma. Unos aprovechaban para ir a desayunar, otros acababan de llegar o hacían tiempo de espera frente al Humilladero, para poder escuchar las magníficas letras del Coro de Campanilleros, que cada año se supera. Sonó Portales del Humilladero, mientras la Patrona reviraba sobre el eje.

Entonces ya sí. Tocaba andar y La Cinta lo supo hacer de la mejor manera posible. Conociendo cómo y cuándo hay que ganarle terreno.

La llegada al Barrio de las Colonias apuntaba maneras. Los vecinos, históricamente, veían pasar a su Patrona a la luz de la noche frente a sus casas. Pero en este 2025 ha sido a plena luz del día. Un momento que no pasaba desde hacía tiempo, y que en este Año Santo Jubilar, se ha vuelto a repetir.

El sonido de las persianas subir, junto a la "bulla" de las cafeterías llenas para pedir el desayuno presagiaban un encuentro irrepetible con la Virgen. Y así ocurría. Un escenario único el que se presentaba en toda la Avenida Cristóbal Colón. Ramos, vivas y cantes se repetían una y otra vez. Y la Patrona de Huelva supo cómo y cuándo parar. Dos escenarios, tanto en la Federación de Peñas Flamencas el Fandango y en la Asociación de Vecinos de Las Colonias, eran los que la esperaban, con micrófonos y guitarras en mano, para rezarle como Huelva mejor sabe, cantando.

Así se fue 'la más chiquita’ para poner rumbo hasta la Barriada de la Navidad. Un lugar que es parada asegurada, en un entorno donde más hace falta. Junto al Coro de Campanilleros, hizo su entrada en este humilde barrio la Virgen de la Cinta. Y frente por frente, a la Parroquia Nuestra Señora de Belén, ‘JR’ arrió el paso a toda la feligresía.

Tocaba de nuevo echar el pie de frente y el paso de la Virgen cogió ritmo para llegar, a la tan bien recibida, Plaza de Toros de Huelva. Con la Puerta Grande abierta de par en par, los más taurinos recibían a la Patrona en el Coso de la Merced. Dos cuadros del Cristo del Prendimiento y la Virgen de la Estrella, escoltaban esa puerta azul que tan buenos recuerdos da a los triunfadores de la tarde.

De manera correcta y sin correr, la Virgen de la Cinta hacía su llegada a la Plaza de la Merced, donde un pueblo entero esperaba verla para hacer su entrada en la Santa Iglesia Catedral de Huelva.

Cómo los cánones mandan, el Coro de Campanilleros la supo esperar en el Porche Catedralicio para hacer recibirla de la mejor manera posible y dar así por finalizada una histórica bajada.