La Ermita de la Soledad de Huelva: Los hermanos del Santo Entierro le devuelven todo su esplendor

EL AGUAÓ - Magna Mariana

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Altar Mayor de la Ermita de la Soledad
Altar Mayor de la Ermita de la Soledad / Jesús Fernández
Daniel Fontenla Domínguez

Huelva, 31 de agosto 2025 - 10:55

Andar por la calle Jesús de la Pasión, viniendo desde la Plaza Dinastía de los Litris, es encontrarse al fondo con una torre campanario que guarda siglos y siglos de historia. Pero antes de llegar, uno pasa junto a un templo que también forma parte de la vida de Huelva: fue hospital, estuvo abandonado durante muchos años, llegó a ser local de ensayo e incluso se pensó en derribarlo. Y ahí sigue sin hacer ruido, sin protagonismos y casi siempre desapercibida, la ermita sigue en pie. Y gracias a la dedicación de unos hermanos, continúa viendo la historia pasar.

La Ermita de la Soledad, casa de la Hermandad del Santo Entierro – la más antigua –, recupera su esplendor gracias a la admirable labor de unos hermanos que han sabido cuidar no solo el patrimonio que les pertenece, sino también el de toda la ciudad. Entre sus muros ha transcurrido la vida de muchos onubenses y hoy vuelve a lucir con la esperanza de mantenerse así durante muchos años.

Ermita de la Soledad desde Calle Jesús de la Pasión
Ermita de la Soledad desde Calle Jesús de la Pasión / Jesús Fernández

Una puesta a punto nunca viene mal, y más aún cuando este lugar acogerá en la próxima Magna Mariana a dos de las devociones más queridas del pueblo de Ayamonte, así como la primera salida bajo palio de la Virgen de la Salud, titular de la Hermandad de la Sentencia. Pero eso está aún por llegar.

Las labores de mantenimiento

“El mes de agosto ha sido frenético para nosotros”, cuenta Javier Mesa. Sin descanso e incluso yendo los fin de semanas, han estado estos hermanos en el mes más playero del verano.

Entre doce y quince personas han trabajado diariamente, todos voluntarios y hermanos de la hermandad. “Las puertas de cada lado abiertas, para que en la medida de lo posible, corriera el aire”, explica. En plena ola de calor trabajar tiene que ser difícil, pero gracias al esfuerzo han logrado completar con éxito las tareas pendientes.

Las varias labores realizadas en el interior incluyen la pintura completa en color blanco, recomendado por Francisco Feria – párroco de San Pedro –, lo que aporta luminosidad y limpieza visual. Además las paredes exteriores han sido resanadas para reparar el desgaste del tiempo. El artesonado o techo del templo, ha recibido nueva iluminación, destacando los detalles de suprecisa estructura.

El altar mayor, que hasta ahora solo contaba con la pared de fondo pintada, ha sido completamente renovado. Se han pintado las columnas y las molduras, y mediante una técnica de picado se ha conseguido un efecto visual muy cuidado que realza la arquitectura del espacio. Para completar la renovación, se ha colocado una moqueta nueva que encaja con el estilo general del templo.

Interior de la Ermita de la Soledad
Interior de la Ermita de la Soledad / Jesús Fernández

“Había un total de veinte o treinta de tejas movidas en el techo” según Javier Mesa, por lo que han conseguido en la medida de lo posible corregir esas fisuras que hacían filtrar goteras dentro de la ermita.

También se ha renovado la campana exterior, sustituyendo el sistema de martillo por uno de volteo. Se ha colocado un contrapeso en la peineta de la misma para que pueda girar correctamente, junto a un sistema que permite realizar distintos toques, asegurando así que la campana vuelva a sonar correctamente.

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