Viernes Santo en la provincia de Huelva
El Cerro de Andévalo y Zalamea la Real desafían al mal tiempo y sacan sus pasos a la calle
El Viernes Santo culmina con lluvias y desde los templos en Huelva
Previsión "catastrófica" para la Semana Santa de Huelva: lluvia de barro y "poca solución en la segunda parte de la semana"
Huelva/El Señor de la Humildad y Paciencia de Almonaster la Real se encuentra durante todo el año en su ermita situada en la calle Cristo, en la entrada desde Cortegana. Antes de Semana Santa, el Señor se traslada en parihuela hasta la iglesia de San Martín. En la media noche del Viernes Santo tendría que haber vuelto a su ermita en santo Vía Crucis pero no fue posible por las inclemencias meteorológicas. Esta imagen de 1936, que sustituyó a la anterior del siglo XVIII, es obra de uno de los discípulos de Sebastián Santos.
El Viernes Santo en Aracena es de la Cofradía del Silencio. El Señor de la Plaza, obra de Sebastián Santos Rojas (1946), y María Santísima de Gracia y Esperanza (1964), de Antonio Illanes, no pudieron realizar la estación de penitencia por la lluvia. Este año iban a estrenar un tramo en el que aumentaban notablemente su recorrido, al pasar por las calles Noria y Monasterio de La Rábida, volviendo a conectar con Juan del Cid López, para su encuentro anual con su sede fundacional: el antiguo Instituto Laboral San Blas. Tendrá que ser el año que viene.
La jornada del Viernes Santo en Aroche comenzó por la tarde con el Sermón de las Siete Palabras y Descendimiento a cargo de Sebastián Díaz en la iglesia parroquial de la Asunción. Posteriormente, Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo Yacente no salieron en procesión, al igual que ocurrió en días anteriores, por la lluvia. Incluso se vio la posibilidad de hacer un recorrido mucho más corto pero la climatología no acompañaba.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Amargura de Beas tuvo que suspender la procesión del Señor de Clarines y Nuestra Señora de los Dolores en la mañana del Viernes Santo por las inclemencias meteorológicas por lo que la estación de penitencia la hicieron en el templo, llevándose a cabo un encuentro en silencio entre el Señor y la Virgen, y dedicándose varias levantás, entre ellas una muy emotiva a un joven beasino que ha fallecido recientemente. Jesús de la Amargura es obra de León Ortega en 1943, y la Virgen de Cerquera Becerra de 1947. Por la tarde estaba prevista la estación de penitencia del Santo Entierro de Cristo pero tampoco se realizó por los mismos motivos.
En esta procesión desfilan mujeres que representan al Ángel de la Guarda, la Fe, la Esperanza, la Caridad, María Magdalena, las Tres Marías y la Verónica. Esta última, ataviada como una dolorosa, tenía guardada su identidad hasta la salida de la procesión, siendo este año encarnada por Eugenia Díaz.
El Cristo de la Vera Cruz, obra de Manuel Pineda Calderón de 1950, y la Virgen del Rosario, de 2013, obra de Francisco Malo Guerrero, a la que acompaña San Juan Evangelista, del mismo autor y año que el Cristo, no pudieron salir en procesión desde la ermita de San Sebastián de Cortegana. Reunida en Cabildo de Oficiales la Junta de Gobierno de la Hermandad tras consultar las fuentes meteorológicas decidieron suspender la estación de penitencia y comunicaron que las puertas de la ermita de San Sebastián iban a estar abiertas a partir de la seis de la tarde para todos los vecinos y devotos de los santos titulares. Ya por la noche, la Virgen de la Soledad también suspendió su estación de penitencia peculiar desde la Parroquia del Divino Salvador, que acoge el ejercicio del santo Vía Crucis.
La hermandad más antigua de la Semana Santa de El Cerro de Andévalo, la del Santísimo Sacramento y Santo Entierro de Cristo, desafió al mal tiempo y procesionó al Santo Cristo Yacente, obra de García San Juan. En el cortejo también iba la Virgen de los Dolores, y juntos recorrieron las calles de la localidad, saliendo sobre las once de la noche, hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora del Mayor Dolor. Esta hermandad tiene una gran participación en la Semana Santa cerreña.
En Galaroza, el Crucificado, un cristo románico sin datar, y la Virgen de los Dolores, de Juan de Astorga llegada a la localidad en la década de 1820, no realizaron su recorrido procesional debido las lluvias como ha estado pasando en estos días anteriores. Esta Dolorosa fue llevada en 1929 a una exposición de la Expo del 29 en Sevilla por su alto valor. Su manto está restaurado en el convento de Aracena y costeado por Francisco Javier Moreno González, que fue párroco de Galaroza.
La Hermandad de San Miguel Arcángel de Jabugo no pudo procesionar por las calles de la localidad serrana al Santísimo Cristo del Amor y la Vera Cruz, una imagen de autor desconocido del siglo XVII, ya que la lluvia no paró en ningún momento. Si se celebraron los Santos Oficios a la ocho de la tarde en la iglesia parroquial. El sábado se celebrará la Vigilia Pascual de Resurrección a las 21:00.
En Linares de la Sierra la imagen del Cristo crucificado no pudo salir por las calles de la localidad en vía crucis por lo que la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores decidió realizarlo en el interior de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, leyendo las catorce estaciones dentro del templo.
El Santísimo Cristo de la Sangre, antiguo Cristo de la Vera Cruz, obra que data del año 1561 y atribuida a Roque Balduque, no procesionó por las calles de Palos de la Frontera. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno quiso retrasar una hora más la salida, pero viendo los partes meteorológicos vieron que seguía dando agua.
En 2024 se cumple el 451 aniversario de la fundación de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de los Dolores de San Juan del Puerto, que este Viernes Santo no ha podido procesionar el Santo Entierro, talla considerada como una de las de mayor valor artístico de la provincia, de autor desconocido, y del círculo de Pedro Roldán (entorno a 1700), y a la Virgen de los Dolores, de Juan Abascal (1983), que este año estrenaba la peana de plata cincelada a mano por Orfebrería Herpoplat, de Córdoba.
El Viernes Santo en Trigueros salen tres pasos. El Cristo del Carmelo, obra de la escultora sevillana Estela Sánchez, de 2001, el Cristo Yacente atribuido a Pedro Roldán o a su hija Luisa, la "Roldana", de la segunda mitad del siglo XVII, y por último Nuestra Señora de la Soledad, obra que se le atribuye a Juan de Astorga (siglo XIX) y restaurada por Miñarro en 1993, que este año no pudieron procesionar por las calles triguereñas debido a la lluvia y realizaron su estación de penitencia en la Iglesia del Carmen, donde se hicieron levantás, siendo el alcalde Vidal Blanco quien realizó la primera de la Virgen, y seguidamente tocaron marchas procesionales al Cristo del Carmelo y a Nuestra Señora de la Soledad.
En Zalamea la Real, pasada las siete y media de la tarde, el Cristo Yacente salió desde la Iglesia de la Asunción, realizando el recorrido más corto y más directo para llegar al Santo Sepulcro. Nuestra Señora de la Soledad no procesionó. Por la noche, a partir de las 22:00 horas, tuvo lugar la Vía Sacra desde la Parroquia de la Asunción y llegada al Santo Sepulcro, sobre las once de la noche.
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