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Semana Santa

El Resucitado, colofón cofrade

  • El paso estrena el remate de la crestería del frontal · La Agrupación Musical de la Santa Cruz de Huelva acompañó al cortejo procesional, que cada año va ganando penitentes y devotos

Por octavo año consecutivo, la Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado y María Santísima de la Luz cerraron ayer los desfiles cofrades con una procesión que año a año va ganando peso en la ciudad así como dimensiones. Siempre arropados por los barrios de La Hispanidad y Verdeluz, donde se fraguó esta joven hermandad onubense que tiene el firme propósito de hacerse el hueco que le corresponde en el calendario cofrade.

La procesión salió puntual desde la parroquia de Nuestra Señora del Pilar sobre las diez de la mañana ante la mirada atenta del numeroso público que se congregó en las puertas de la iglesia para admirar el trabajo tenaz de la cuarentena de costaleros que sacan el paso del Resucitado de rodillas. La salida del Cristo rompió el silencio con un aplauso de admiración a modo de premio para costaleros y sus dos capataces, Abraham Cruz García y Joaquín Rufete Escobar. La cruz de guía se puso en marcha abriendo paso y tras ella el tradicional cortejo.

A partir de ahí la hermandad se dispuso para hacer un recorrido de cinco largas horas que se hicieron cortas para los devotos que esperaban en las aceras y se iban incorporando a la marcha, en algunas ocasiones. El Resucitado paseó su mensaje de vida por estas dos barriadas onubenses acompañado por la Agrupación Musical de la Santa Cruz de Huelva y bajo la mirada atenta del presidente de la hermandad, Antonio Sarmiento, que se emociona y vive con intensidad todo el recorrido, pero especialmente la llegada a su barrio de Verdeluz.

Sarmiento asegura que durante todo el año "vivo con la ilusión de ver llegar este momento en el que el Resucitado sale a la calle después de mucho de trabajo". Y no es para menos pues esta joven hermandad cuenta ya con cerca de 260 hermanos y 75 costaleros están dispuestos a turnarse para cumplir con el recorrido.

La emoción se dispara en ciertos momentos del recorrido como es la llegada del Cristo al Asilo de Santa Teresa Jornet donde los mayores celebran la llegada del mensaje de vida que trae el Resucitado dejando escapar alguna lágrima de emoción. También la llegada a Verdeluz es un punto clave para esperar al sagrado titular pues sus hermanos se vuelcan con la imagen y la cofradía.

Parece que es en este barrio obrero donde más luce su estreno de este año, el remate de la crestería del frontal del paso, que poco a poco y con el esfuerzo de sus hermanos va decorándose para ganar en esplendor. Indudable es el esfuerzo que ha hecho la Hermandad en un año en el que los bolsillos de sus seguidores están tocados por la crisis económica.

El paso de misterio es obra de Francisco Pineda y el color rojo del exorno floral resalta la figura humana que con su brazo derecho elevado parece dirigirse a niños y mayores.

La andadura de esta hermandad comenzó como asociación parroquial de Verdeluz en el año 2003 y dependiendo de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar. Los estatutos fueron aprobados por el Obispado en 2005. Su primera salida se realizó en ese 2003 con la imagen del Cristo de la Resurrección.

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