Semana Santa

Recuperada la memoria del taller de Miguel Hierro

  • En él se realizaron grandes obras para la Semana Santa, pasos y altares Formaban parte otros renombrados artistas locales

El espacio del Taller de Miguel Hierro Barreda se recupera esta Cuaresma en la calle Alonso Sánchez gracias a amigos e investigadores de su obra, así como por el restaurante Mesón el Pozo. En este lugar, en el actual número 13, se asentaba hasta los años setenta el taller artesanal, que diópaso a una nueva edificación.

Se recupera su memoria con un homenaje al taller, identificando primero el lugar donde estuvo y recreando el mismo en una exposición cuyo diseño artístico se debe a Antonio Rivera, de Victoria arte floral. La exposición fue visitada ayer por el teniente alcalde de Huelva, Manuel Remesal, y el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González, quienes destacaron el interés de los documentos y piezas expuestas y la importancia del taller para la Semana Santa de Huelva

Instalada en la zona de acceso al restaurante, donde se ubicaba al inicio del taller con su amplia sierra de calar, se recuperan algunas herramientas propias del mismo, como sierra, cepillos, gubia, formón, tallas... Se muestran algunas piezas del paso de la crestería del paso de la Oración en el Huerto, gracias a la colaboración que ha prestado en esta iniciativa la propia hermandad, así como Carpintería Batanero, de Daniel Sánchez Vázquez de Isla Cristina, con piezas de artísticas tallas en proceso de realización, que consiguen ambientar perfectamente lo que es un espacio artesano como era este.

La recreación del taller se completa con una exposición en la que se pueden ver elementos tan interesantes como el contrato del paso de la Buena Muerte firmado entre el hermano mayor, Juan José Bonsón Torres, y Miguel Hierro, en 1958, así como uno de los diseños aprobados. Documentos que se exponen por vez primera como el boceto del paso del Nazareno, todos ellos con firma de Miguel Hierro. Hay una sucesión de fotografías de diferentes pasos y altares que realizó, aunque no están todos, pero sí se ha emprendido un trabajo de catalogación de la obra del taller de Miguel Hierro de cara al próximo año en el que se cumple el 125 aniversario de su nacimiento. Miguel Hierro nació el 22 de marzo de 1890 en Huelva y falleció en nuestra ciudad el 18 de mayo de 1986, a los 96 años de edad, y estuvo trabajando hasta los 80 años, no sólo en altares y pasos sino para realizaciones domésticas, dormitorios, puertas nobles, como las que se pueden ver en el Ayuntamiento de Huelva o en el Obispado, que también salieron de su casa.

Durante este tiempo estuvo establecido su taller en dos espacios especialmente identificados y unidos por el trabajo artístico que se realizaba en nuestra ciudad. Se trata del taller de San Cristóbal número 7, que compartía con otros artistas, y el de la calle Alonso Sánchez, que era el suyo propio. El taller San Cristóbal, lejos de lo que hoy se trasmite constituía un lugar de trabajo de diversos artesanos. Allí se podía encontrar a los hermanos Francisco y Miguel Hierro Barreda, a los Gómez del Castillo, así como a otros artesanos que trabajaban en el taller de Miguel Hierro. A los que se sumaban el pintor Pedro Gómez y el escultor Antonio León Ortega.

Centrándo en lo que se puede definir como el taller de Miguel Hierro y sin desprenderlo del de San Cristóbal, hay que destacar que este constituyó la garantía para que en Huelva se pudieran emprender grandes obras necesarias para cubrir los huecos producidos por los desastres de la guerra civil en las iglesias y hermandades que perdieron la casi totalidad de sus obras. El taller ofreció la cobertura necesaria y se firmaron grandes proyectos, que de otra manera no se hubieran realizados en nuestra ciudad, dando así trabajo a otros artesanos de la madera. Dignificaron el trabajo del taller artistas de renombre como el hermano mayor del dueño del taller, Francisco Hierro Barreda y otros como José García, José Oliva o Rufino Cabeza Santamaría, a los que sin duda habría que unir otros nombres pero que actualmente se desconocen y se está en estudio para incluirlos. Sin olvidar a su hermano Manuel, otro singular y excepcional artista de la talla como fue Francisco.

Un aspecto importante del taller se refería cada año al montaje de los pasos y altares de cultos para las hermandades con ocasión de la Semana Santa, para lo que se requería al equipo de carpintería, momento idóneo también para la reparación de desperfectos.

El afecto hacía su persona se demostró de muy diversas formas, la primera y más importante la que recibió hasta su fallecimiento de los onubenses. La Hermandad de la Sagrada Cena lo quiso testimoniar en un homenaje que se realizó en marzo de 1986, iniciativa del hermano mayor José Vargas Tallón, meses antes de su fallecimiento que se produjo el 18 de mayo. El homenaje se amplió con el reconocimiento de la ciudad, dedicándole el Ayuntamiento una plaza en la barriada del Nuevo Parque, acordada el 26 de febrero de 1987. Iniciativa que tuvo refrendo popular con numerosos pliegos de firmas y el aval también de la Unión de Cofradías de Semana Santa de Huelva.

Un recorrido por las obras del taller de Miguel Hierro llevan a hablar de realizaciones importantes, que quedaron documentadas en su día en las páginas de la prensa local y en otras publicaciones.

Lorenzo González Suero, en Las vivencias de un cofrade, habla del contrato realizado con Miguel Hierro Barreda para el paso de la Sagrada Cena y es él quién plantea la necesidad de ampliarlo a seis metros de largo.

Es Francisco Vázquez Carrasco, en su libro inédito de la Buena Muerte quien dice del paso de este Cristo que "es este en madera de caoba tallado en estilo barroco siendo su autor D. Miguel Hierro Barreda", , como además aparece en los contratos firmados para la realización de la obra.

Hay que destacar la aportación de Miguel Hierro para hacer posible proyectos que habían quedado embarrancado, como es el caso del paso de la Oración en el Huerto, que firma José Oliva. Una obra que a mitad de su realización tuvo que ser acogida en el taller. Así lo refiere Odiel en 1949 cuando se presenta la obra: "También el artista veterano de la talla don Miguel Hierro en cuyos talleres fue realizada la construcción del paso, contribuyó con su pericia y desinterés en la terminación de esta".

Hay otros trabajos no menos importantes firmados por Miguel Hierro, como son sus altares. Entre ellos está el de San José de la Concepción, que en estos momentos se encuentra desmontado. Joaquín González Barba, que fue quien lo encargó, tenía un recuerdo en estas páginas de Huelva Información, en 1991, para "dos modestos artistas onubenses que realizaron el altar: Miguel Hierro, tallista y Enrique, el dorador".

En este mismo templo hay que hablar de los retablos de la Virgen del Carmen, ejecutado entre 1948 y 1950, y el de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de 1954. En 1957 le fueron encargados los trabajos de la capilla de la Victoria; en esta hermandad realizó reformas en el paso del Señor, de Miguel González Basilio, en 1953. En la provincia es autor del retablo de la Virgen de los Dolores, en la parroquia de Santa María Magdalena de Paymogo, en 1951, y el de la Virgen del Carmen, en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia de Alosno, de 1956; o el del Calvario de la iglesia de San Bartolomé de Rociana, de 1956.

Hay otros trabajos menores como se indicaba en Odiel de 1952, "la cruz de guía (dibujo del arquitecto municipal don Anadón Frutos), ha sido tallada por Miguel Hierro".

No se trata este un inventario cerrado de su obra, que es mucho más extensa, sino una aproximación a algunos de sus interesantes trabajos de los que hoy se conocen.

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