La Hermandad Sacramental de Pasión quiere que este aniversario le sirva de estímulo para afrontar nuevos retos cofrades. Así lo ha destacado el hermano mayor, Manuel Palacio Maestre, quien se ha referido a la exposición abierta en enero dentro de los actos de la Festividad de Pasión. En ella "hemos podido ver el recorrido de la hermandad, con una documentación relativa a estos noventa años, lo que sin duda viene a poner de relieve que si hemos llegado aquí es por el esfuerzo de mucha gente". Por eso dice que esta efemérides va a servir "para poner en valor a la hermandad, para potenciarla dentro de la sociedad de Huelva y para que recupere su lugar en el barrio". Para Manuel Palacios esto es, de alguna forma, "decir que estamos aquí, porque en los últimos años no es que haya estado olvidada, pero sí en un segundo plano". Entiende que "Pasión debe ocupar el sitio que le corresponde en la Semana Santa, son 90 años y seguiremos trabajando para provocar este vuelco en la hermandad". En este sentido anuncia que en cuanto a la actividad de la sacramental se va a potenciar y no va a quedar en el triduo, así este año organizarán la Fiesta de la Espiga en junio. El cartel anunciador que ayer se presentaba con el patrocinio de la Fundación Cajasol, representada en el acto por José Juan Díaz Trillo, ofrece una fotografía de los años cuarenta, en la que aparece el Señor de Pasión con su túnica blanca, lo que podría ser una premonición para que este año el Señor vuelva a lucir la túnica blanca, que hace diez años que no lleva y que siempre es una ocasión para tener una nueva mirada hacia El. Un paso que, además, estrenará el relicario del beato Manuel González García, que irá en la custodia del escudo que se enmarca en la canastilla del paso.

El cartel fue presentado por Ramón Fernández Bevía, gerente de Huelva Información, quien hizo un recorrido por la historia del paso. Se trata de una imagen de interés en la que aparece Nuestro Padre Jesús de la Pasión sobre el segundo paso que tuvo la cofradía a partir de 1922, tallado por el artista local Antonio Peguero y dorado en Valverde del Camino en la Casa Falcet. La imagen del Señor se perdió en la guerra civil, pero no el paso, así que es en este donde se portará la nueva imagen, hasta que se realiza el nuevo paso de Miguel Llacer para su salida en 1950.