El Lunes Santo Jesús camina hacia el Calvario en Huelva

Después de la resaca de emociones del Domingo de Ramos, Huelva volvió a salir a la calle para acompañar al Señor a la cruz. Años de espera en los que se anhelaron algunos de los momentos más emotivos de la Semana Grande. La subida de Tres Caídas por su cuesta, el Cautivo en el Asilo de Santa Teresa de Jornet, el Perdón por la Avenida Manuel Siurot o el Calvario en Gobernador Alonso, han estremecido a una ciudad que se ha entregado en cuerpo y alma en este día soñado.

La devoción de tres barrios han inundado la Carrera Oficial culminando con el Calvario que salía la última desde su capilla situada en el centro de Huelva. La Orden, La Hispanidad y el Polvorín llegaron en esta disposición para presentarse ante todos los cofrades de la ciudad y demostrar su fe en cada chicotá. Detrás de cada misterio, su madre, que llora el camino de su hijo hacia la cruz donde la resurrección llegará al final de la semana.

El Perdón ha sido la primera en salir de su templo desde la Parroquia de Santa Teresa de Jesús, la hermandad estrena los dos pasos y el palio de la Virgen de los Dolores salía por primera vez en procesión. La Banda de Música de la Santa Cruz acompaña al misterio que se ha desprendido de su madre para que le acompañe en su caminar desde su nuevo palio de malla. El barrio estaba volcado y la fe brotó en la cara de los que han visto crecer a esta hermandad, mientras el himno de Andalucía resonaba. Los costaleros hacían un primer relevo emprendiendo su estación de penitencia, una de las más largas de la Semana Santa de Huelva, con unas once horas de recorrido.

En la salida de la Virgen de los Dolores, el corazón de los presentes se encogió cuando la mano de la Virgen se desprendió. Un susto de unos minutos que se hicieron eternos, pero el paso salió a la calle para hacer historia en Huelva. La luz entraba por el palio del malla de la Virgen, que iluminaba a los creyentes a su paso. Llegando en la plaza de San Pedro, la hermandad fue la primera en alcanzar al centro y la revirá del palio en la calle Alonso Barba hizo que el público estallara en un aplauso. La ciudad se entregó en la plaza, donde la cruz de guía del Cautivo se cruzó con los Dolores, que salía de la calle para entrar en el paseo Santa Fe. El momento se grabó en la retina de todos los presentes donde la ilusión danzó por cada rincón.

El Cautivo disfrutó en cada levantá este año. Sobre un monte de claveles rojos salió de su templo en La Hispanidad, donde los vecinos se volcaron con la hermandad. El titular estrenaba su túnica en su caminar hacia el Calvario con las manos atadas y andando de frente. La Virgen de la Misericordia le acompañaba en camino al centro de Huelva. En su paso por el Asilo de Ancianos Santa Teresa de Jornet la hermandad ha llevado a cabo uno de los momentos más emblemáticos de la jornada donde el Cristo los visita como cada año.

Mientras la cruz de guía de la cofradía le rezaba a la Virgen de los Dolores, el Señor del Cautivo se presentó ante la ermita de La Soledad, en la que le recibían con las puertas abiertas. La emoción de la hermandad no pudo ser mayor y a su paso, el palio de la Misericordia realizó la misma revirá que su hijo.

El calor fue el protagonista otra jornada más y el sol resplandecía en las puertas de El Polvorín. La hermandad de las Tres Caídas salió a la calle después de cuatro años esperando este añorado momento. La cofradía se hizo paso entre una marea de cofrades que no quisieron perderse su salida y los nazarenos de la hermandad, la que cuenta con más hermanos del día, iniciaron su caminar hasta el centro de la ciudad. La expectación no podía ser mayor y el silencio se hizo entre el gentío cuando asomaron los ciriales. Los costaleros, arrodillados, sacaban el misterio del templo y solo se escuchaba su trabajo a la voz del capataz, Jesús Fabián Tello. Cuando terminó de salir, el paso se paró y los aplausos comenzaron a sonar, la primera levantá en la calle continuó haciendo izquierdos mientras su querida Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno interpretaba la marcha.

A continuación su madre, Amor, amor de las penas de su hijo, que salía de la iglesia para acompañarle en sus tres caídas hasta la cruz. El palio estrenó su marcha ‘La Madre del Amor hermoso con sones de Reina del Amor’ realizada con un gusto exquisito por Iván Macías. Un instante especial, en un recorrido inolvidable que continuó hacia la plaza Niña, y realizando su entrada triunfal en la Placeta. La cuesta de las Tres Caídas también se preparaba para el momento en el que el paso de misterio la subiese en una chicotá eterna, que todos los hermanos soñaban con ver de nuevo.

Cuando las tres hermandades pasaban por Carrera Oficial, la hermandad del Calvario abrió las puertas de su iglesia con una calle repleta de devotos que aguardaban en silencio. El Señor del Calvario comenzaba a andar hacia la cruz , el sonido de las cadenas era el protagonista de la noche y la elegancia y seriedad tan característica de la cofradía le acompañó durante todo su recorrido. Cuando Rocío y Esperanza cruzó el dintel del templo, acompañada por la música de capilla, el sonido del rachear de los costaleros se apreciaba a la perfección. En la primera levantá del palio, al caer sobre los hombros, emitió un sonido que se clavó en el corazón de todos los presentes.

El Calvario fue el encargado de clausurar la Carrera Oficial del Lunes Santo mientras el resto de las hermandades volvían a sus barrios para recibir los rezos de sus vecinos en forma de saetas. Cada una de ellas se dejaron el alma después de una larga espera que culminará esta madrugada con la recogida de la Virgen del Amor de las Tres Caídas. Huelva ya sueña con otro lunes, otro Lunes Santo, donde la única lluvia que caiga en el cielo sea la de los pétalos.